Una impactante petición hecha a mano en apoyo a las mujeres cristianas perseguidas por su fe fue la casa en la abadía de Westminster.
La petición está formada por 16.000 cuadrados unidos entre sí, con la leyenda ‘yo te veo’ y la firma del autor, escrito a mano o bordado en la tela.
La iniciativa fue llevada adelante por Puertas Abiertas para concientizar sobre el flagelo de las mujeres perseguidas, algo de lo que «se conoce muy poco».
«Dieciséis mil firmas en la petición es impresionante,» dijo la CEO de Puertas Abiertas Reino Unido e Irlanda, Henrietta Blyth.
«El hecho de que cada «firma» fuera hecha a mano, ya sea escrita, pintada o bordada, muestra el apasionado compromiso de las personas contra la violencia hacia la mujer, especialmente cuando ésta se mantiene firme en su fe.
«Este acto es para decirles a estas mujeres que las vemos, escuchamos sus historias, pedimos justicia por ellas y estamos orando por su situación.»
Como parte del trabajo de apoyo a las cristianas perseguidas, Puertas Abiertas le pide a los organismos internacionales que reconozcan la fe como un asunto vulnerable de violencia en materia de género.
Puertas Abiertas, que apoya a los cristianos perseguidos en el mundo, cree que en muchos casos, la violencia sexual en contra de las mujeres y la persecución hacia la fe están ‘intrínsecamente ligados’.
Volviendo a la petición, el Rev. Anthony Ball, Canon de Westminster, describió la petición como una «declaración obligatoria de solidaridad… para aquellas mujeres cuya fe las hace blanco de la violencia y la brutalidad.»
En el lanzamiento de la exhibición, la doctora Elaine Storkey, autora de Estrellas A Través de la Humanidad: Entendiendo y Superando la Violencia contra la Mujer, dijo que la Iglesia tiene la responsabilidad de alzar la voz.
«En los países dónde las mujeres son sexualmente atacadas o violentadas con armas de guerra, si miras con más cuidado, encontrarás que aquellas que profesan la fe cristiana son las que más sufren», dijo la doctora.
«Tenemos que levantar la voz, tenemos que identificar la naturaleza de la violencia contra la fe.»
El proyecto también contempla la denuncia por los abusos que sufren en un proyecto de Puertas Abiertas en el norte de Nigeria, que provee ayuda a mujeres y niñas que han sido raptadas, y usadas como esclavas sexuales por miembros del grupo terrorista Boko Haram o por los militantes Fulani.
La trabajadora, cuya identidad es reservada, dijo que las mujeres cristianas son blanco específico, y que muchas han quedado viudas y a la deriva por la violencia.
La trabajadora dijo que estas mujeres no tienen voz para defenderse por sí solas.
«Muchas de estas mujeres han pasado por cosas terribles sin que nadie las defienda, y son tratadas como objetos y no como seres humanos.»
«Está petición lanzada les dará una esperanza de que están siendo escuchadas, es como un clamor testigo para el mundo.»