Un sótano de una casa en la ciudad capital de Saná, se ha convertido en el punto de concentración donde muchos cristianos valientes asisten a los servicios religiosos para adorar a Dios en secreto como medida de seguridad con el fin de mantenerse a salvo conforme empeora el conflicto.
El líder cristiano Paul Hinder, reveló que ellos no se encuentran en peligro gracias a la misericordia de Dios, sin embargo los extranjeros procedentes de la India que están en ese lugar para conseguir un empleo, han recibido la orden de abandonar el país.
Las Naciones Unidas (ONU), solicitó un alto al fuego temporal; es decir, un lapso de tiempo que permitiera a los extranjeros abandonar el lugar, pero en vista que no hay una respuesta, Hinder cree que las facciones en guerra no cesarán.
Este conflicto en Yemen es el último de una serie de enfrentamientos en Oriente Medio desde la Primavera Árabe en 2011, cuando los rebeldes Houthi marcharon en la capital y derrocaron al presidente Abdu Rabu Mansour Hadi del poder, a consecuencia de esto La Organización Mundial de la Salud dijo el martes que la violencia se ha cobrado 944 vidas desde el inicio de los ataques aéreos sobre Yemen, y ha causado 3.500 heridos.