Un pastor de Nueva York que viaja internacionalmente como misionero, recientemente compartió con el noticiero The Christian Post, las historias que ha escuchado de parte de los refugiados que huyeron de la guerra en Siria mientras trabajaba como voluntario junto a expatriados musulmanes en una clínica en Turquía.
William Devlin, quien también es conocido como Pastor Bill, es co-pastor de la iglesia Infinite Bible en la ciudad de Nueva York ene l sur del Bronx. Tambien es Presidente de la popular organización de caridad Redimidos y co-presidente de Derecho a Adorar en NYC quien abogo por la ciudad para permitir que los cristianos realicen servicios religiosos en las escuelas públicas en horas fuera de clase.
El Christian Post informo anteriormente sobre los viajes humanitarios a Sudan para reunirse con el cristiano perseguido Meriam Ibrahim y a Iraq para ayudar a los yazidis que huyen de la persecución de ISIS. Más recientemente, Devlin fue detenido por corto tiempo por las autoridades durante una visita a la prisión con dos pastores presbiterianos en Sudan. Una red de donantes proveyeron la ayuda financiera la misiono global de Devlin y la ayuda médica que envía a quienes están en necesidad, dijo el ministro a CP anteriormente.
Devlin informó a CP vía email el domingo que ha estado como voluntario en la clínica desde que viajo a Turquía la semana pasada. El Pastor concedió a CP llevar a cabo una entrevista por correo electrónico sobre lo que ha aprendido al trabajar con los refugiados a lo largo de la frontera con Siria, cerca de Reyhanli, Turquía, donde algunos han huido desde el inicio de la devastadora guerra civil de su país en 2012. A continuación la transcripción de la entrevista que fue editada para mayor claridad.
Reportero: ¿Que ha estado escuchando de sus amigos que huyen de Siria y quienes han estado ayudando?
Devlin: He entrevistado docenas de refugiados sirios – todos han tenido familiares asesinados y encarcelados ya sea por el gobierno sirio o por ISIS. Los refugiados sirios tienen una sensación de desesperanza, la sensación de que su país está “perdido” y “nunca se recuperara” . Todos los refugiados con los que he hablado –doctores, cirujanos, profesionales, jóvenes y viejos, de edad media y adolescentes, aun niños – han experimentado traumas psicológico por la guerra similar al estrés por desorden post traumático –PTSD. Pesadillas, falta de sueño, niveles altos de ansiedad,
nerviosismo, ataques de pánico, miedo, se ven todos los síntomas habituales del PSTD en todos y en ambos géneros desde los niños hasta los mas ancianos.
Muchos de los que he tratado habían sido encarcelados o han tenido varios familiares encarcelados. El cirujano con el que trabaje en la clínica en la frontera con Siria fue encarcelado durante 5 semanas sin cargos, simplemente porque él era médico. Huyo a Turquía con su esposa y tres hijos pequeños después de ser liberado. Otro médico que huyo de Siria hacia un año que tenía un hijo de 16 años en la cárcel y había sido golpeado, una vez que su hijo fue puesto en libertad ellos huyeron de Siria a Turquía solamente con la ropa que tenían puesta ese día.
Todos los que han venido a nuestra clínica y otros fuera de la clínica con quienes he hablado han huido dejando todo atrás en Siria – casas, posesiones, dinero, prácticas médicas, negocios. Todo!. Muchos todavía tienen familiares allá en Siria, una vez que huyeron a Turquía, sus familiares fueron encarcelados o asesinados, sus casas bombardeadas, sus negocios destruidos, casa y sus negocios completamente saqueados. Un doctor Ph.D. con quien trabaje que dirige ahora una escuela dijo que cuando el escapo a Siria por un año, “fue una aventura escapando de la muerte”.
Así que todos los sirios dentro y fuera del país están profundamente deprimidos y viven sin esperanza porque sus vidas han sido destruidas. Un hombre con 7 hijos quienes salieron de Siria hace seis meses y fueron a Turquía hace un mes, enviaron a su hijo de 15 años en un bote inflable de los que se están utilizando para el contrabando de refugiados sirios desde Turquía a una isla griega en el mar Egeo. Este adolescente sobrevivió al viaje en ese barco, y luego hizo su camino hasta llegar a Holanda. Le pregunte al padre: Por qué lo dejaste ir? Y el padre me respondió: “no hay nada aquí para nosotros en Turquía no hay vida para nosotros aquí, tenemos que ir a Europa”.
Muchas, muchas historias… y todas ellas son desgarradoras. Cada uno de los refugiados sirios con quienes hable quiere ir a Europa o a Estados Unidos. Ninguno expreso el deseo de ir a ningún otro país Árabe ni país islámico. Y todos a quienes hable y entreviste eran musulmanes.
Como puede imaginar, los niños han sido profundamente afectados, yo estaba en el proceso de entrevistar a un niño de 9 años de edad, el pasado sábado. Luego de la primera pregunta, le pregunte: Abdul (nombre cambiado) que recuerdas de Siria? Su semblante cambio…se puso de pie y dijo: “no quiero recordar a Siria” y salió corriendo de la habitación.
El trauma físico, muchos adultos y niños han sido horriblemente heridos. Le envié una foto de un hombre que perdió ambos ojos por la metralla de cohete. Los niños pequeños con amputaciones dobles y colostomías permanentes, tímpanos rotos, heridas traumáticas en todo el cuerpo.
Reportero: ¿Que han expresado acerca de sus mayores necesidades?
Devlin: Encontrar una nueva vida y tener paz y tranquilidad para iniciar esa nueva vida en Europa o Estados Unidos.
Reportero: ¿Hay presencia de americanos, occidentales o algún otro extranjero que este ayudando en donde usted se encuentra?
Devlin: Por desgracia soy el único occidental aquí al cuidado de los refugiados sirios en esta clínica al occidente de Turquía. Los médicos y cirujanos con quienes estoy trabajando, de hecho, son trabajadores de la clínica y son sirios musulmanes expatriados. Este es mi quinto viaje a la frontera con Siria y durante estos dos últimos viajes he entrado a Siria a la provincia de Idlib y he brindado ayuda humanitaria y compartido el amor de Dios como lo hago ahora. Estamos a pocas yardas de la frontera con Siria. La seguridad es muy estricta en esta clínica médica.
Hay mucho más que contar pero me entristece el hecho de que no hay otros pastores estadounidenses que se unan a mí aquí. Hay una puerta abierta para atender a muchos. Pero hago la pregunta a nombre de estos refugiados sirios: si no nosotros, quien?. Y si no es ahora, cuando? Ha crecido tanto la iglesia estadounidense tan liviana que cerramos nuestros oídos a estass buenas y amables gentes sirias?