¿Por qué la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento?Porque la justicia del hombre es directamente proporcional a su cercanía a Dios.La Biblia aclara en la primera parte de Romanos 6:23 dice: «…la paga del pecado es muerte.» Sabiendo que Jesús dijo de sí mismo: «…Yo soy el camino, y la verdad y la vida…»(S.Juan 14:6a RVr60)
Sabemos ahora que hay dos caminos: El de la Vida y el de la Muerte. No hay matices, si autónomos. Nadie está casi vivo o casi muerto. Uno o el otro. La pregunta ahora es: ¿Qué es el pecado, que tiene el poder para alejarnos de Dios?
Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad y vida; nadie viene al Padre, si no es por mi.»
En S.Juan 8:12 RVr60: «Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.»
Se puede decir que el pecado es vivir la naturaleza contraría a aquella para la cual nacimos. El primer hombre, nació en un mundo en el cual la luz ya había sido creada para que todas las cosas pudieran verse, sin escatimar de nada para disfrutar de todo. Nada que esconder. Toda la bendición al alcance de todos. Ni bien cometieron el primer pecado, se escondieron del llamado de Dios, de aquella voz que había creado la luz y los llamaba porque había venido a pasar tiempo con ellos. Mostrando que el que se empieza escondiendo de la Voz, termina alejado de la Presencia. Está es la consecuencia del pecado. La Presencia es la Vida, la lejanía de ésta es la muerte. Dos extremos y la humanidad en medio tomando decisiones. Naciste para brillar en la Presencia de Dios. La única clave para solucionar lo que está en oscuridad del corazón es sacar todo a la luz.
Comenzamos diciendo que «…la paga del pecado es la muerte…» Pero finaliza diciendo:«…más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.»
Jesús vino por aquellos que no se avergüenzan al oír su voz. No importa lo que haya pasado a oscuras. El llamado de Jesús es el interruptor para encender la luz en nuestras vidas.
Mariano Javier Virnik