“…No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquél que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí os digo, a éste temed”…no temáis, mas valéis vosotros…”
Lucas 12:4-7
Desde la creación hasta hoy, por la entrada del pecado en el mundo, Dios estableció para los “seres humanos que mueran una sola vez y después el juicio” Hebreos 9:27. Para muchos que creen que la muerte es lo peor que les puede pasar, les tengo malas noticias, hay un infierno, donde irán a parar todos aquellos, que han rechazado la oferta de Salvación, de parte de Dios.
Los cristianos no tienen que temer a la muerte del cuerpo pues su destino es el cielo con Dios. Por supuesto que sufrimos con mucha tristeza y llanto y dolor, la separación del ser que amamos pero esto será por un poco de tiempo pues, si tenemos a Cristo viviendo en nuestras vidas vamos a encontrarnos con nuestros seres amados, que le hicieron caso a Dios.
La Biblia habla acerca de los cristianos que han dejado esta vida, como que “duermen en el Señor”, I Tesalonicenses 4:13 dice: “Tampoco queremos hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza…”.
Nuestra esperanza está firme, porque Dios cumple Su Palabra y en S. Juan 14:2 dice Jesús: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay…voy pues a preparar lugar para vosotros”. Los que matan por venganza, por infundir terror en la gente, o por guerras religiosas, deberían saber que la muerte no termina con los cristianos, sinó que les abre un pórtico de Gloria en la entrada a la Presencia del Eterno Dios. Los primeros cristianos sentían que no eran dignos de sufrir por la causa de Jesús, que era un alto honor y un privilegio. Los que no tienen a Jesucristo en sus vidas, tienen todo tipo de temores y prejuicios acerca de la muerte. Las creencias paganas y la superstición crean desesperación, angustia y no dan ninguna esperanza. La Biblia es muy clara: el que tiene a Cristo tiene la Vida eterna, el que no lo tiene ya está condenado.
Mientras está con vida debe aprovechar a escapar del infierno y la condenación eterna.Jesús vino al mundo para salvar al hombre y nuestra obligación como cristianos es hablar de la obra redentora de Cristo.
¡Señor ayúdame para no oportunidades de hablar de Tí a los que no te conocen!
Dr.Daniel L. Bustamante