Víctimas de opresión religiosa en Turquía compartieron sus historias en un evento de libertad religiosa en el Parlamento Europeo, donde los oradores sugirieron que las atrocidades políticas y sociales están detrás de la disminución de la población cristiana en el país, con apenas el 0.2% en el último siglo.
Una de las víctimas remarcó las atrocidades contra las minorías cristianas, cometidas por el gobierno turco y parte de la sociedad, según el grupo de derechos humanos ADF Internacional, que dirigió el evento está semana junto al grupo de Conservadores y Reformistas Europeos.
Entre los que testificaron en el evento del miércoles en Bruselas, “Libertad de Religión en Turquía”, estaba Mark Smith, un misionero cristiano que fue expulsado del país en 2020 después de residir allí por más de una década.
“Amamos el país de Turquía y queremos trabajar por el bien de su gente. No somos una amenaza para el estado, para la nación o el estilo de vida turco”, dijo Smith.
Mark, junto a su esposa, dirigían una iglesia de habla turca por 10 años antes de ser expulsados del país por “actividades contra la seguridad del estado de Turquía”.
El gobierno turco ha expulsado al menos a 60 extranjeros misioneros cristianos y a sus familias desde 2020, según el grupo de libertad religiosa Puertas Abiertas, que dice que los cristianos en Turquía experimentan “una increíble presión de una fuerte -y creciente – nacionalismo religioso” en el país.
“Cristianos y otras minorías religiosas no pueden ejercer su derecho a la libertad de culto”, comentó la Dr. Georgia du Plessis, oficial legal para ADF Internacional Bruselas.
“Los misioneros cristianos no pueden regresar al país que llaman hogar, el Patriarcado Ecuménico de la Iglesia Ortodoxa no ha podido entrenar al clérigo por 50 años, y los lugares religiosos han sido violentados sin ninguna acción de parte del gobierno”, continuó Plessis, agregando, “Estás violaciones directas claramente indican la pérdida de la democracia en Turquía”.
Miembro del Parlamento Europeo, Bert-Jan Ruisse dijo que Turquía tiene “una política de gobierno restrictiva en las prácticas religiosas para todas las comunidades que no son Musulmanes Sunni”.
“También vimos un incremento en el vandalismo y la violencia contra las minorías religiosas, y hemos visto la interferencia del gobierno en asuntos internos de las comunidades religiosas”, continuó Ruissen, del grupo ERC.
“Esto contribuye a un gobierno hostil donde las comunidades religiosas se sienten cada vez más inseguras y merecen nuestra total atención”, agregó.
El Reporte 2022 del Parlamento Europeo en Turquía condenó “la opresión a las minorías religiosas y étnicas” y expresó su tristeza por la continua restricción de espacio para “operar libremente en Turquía”.
No es técnicamente ilegal que los musulmanes se conviertan al Cristianismo, pero cualquier musulmán que decida seguir a Jesús, se pone bajo una extrema presión de parte de sus familias y comunidades, quienes a menudo demandan que regresen al Islam.
“Estos creyentes son forzados a llevar una doble vida y esconder su conversión. Aún cristianos que no provienen del Islam son segregados cómo miembros de la sociedad turca, y encuentran todo tipo de obstáculos legales y burocráticos”.
El mes pasado, el grupo cristiano de Reino Unido, Christian Solidarity Worldwide, llamó al gobierno de Turquía a investigar un caso donde oficiales de seguridad ofrecieron pagar “lo que sea” a ultra nacionalistas, para asesinar a líderes de iglesias.