El repentino párate de los viajes misioneros ha dejado a voluntarios varados, a ministerios sin asistencia, y a organizaciones misioneras preocupadas por la inevitable caída a largo plazo debido a las cancelaciones a largo plazo.
Cada verano, Cru envía cerca de 1.500 estudiantes en viajes de misiones internacionales y asignaciones domésticas ministeriales. Pero este año, la pandemia de COVID-19 está cambiando todo.
Cerca de 100 viajes misioneros programados para el verano por Cru Internacional, «no tendrán lugar», dijo Daniel Higgins, director ejecutivo asociado de Cru Global. Cru ha anunciado que todo viaje ministerial internacional hasta el 31 de julio ha sido cancelado.
Por falta de viajes físicos, la sección enfocada al evangelismo y discipulado está trabajando en «viajes virtuales», incluyendo caminatas virtuales usando Google Maps y compartiendo el Evangelio con estudiantes de universidades internacionales en las redes sociales. Aunque el panorama es optimista acerca del Evangelismo (la página web de Cru registra 2.300 de decisiones por Cristo diarias), Higgins reconoce que los voluntarios en el campo físico son «cruciales» para el trabajo de Cru.
La historia se repite en otras organizaciones misioneras. Aproximadamente el 20% del trabajo de las organizaciones misioneras americanas es realizado por voluntarios a corto plazo. Esto representa 1.6 millones de miembros de iglesia que anualmente realizan un viaje misionero.
Esta actividad se ha traducido al campo virtual, debido a la advertencia del Departamento de Estado de «evitar todo viaje internacional» debido al Coronavirus.
La pausa a los viajes internos e internacionales tiene el potencial de interrumpir los ministerios a corto plazo y el reclutamiento de misioneros, según expertos.
A la luz de la cancelación de los viajes misioneros, los ministerios están desarrollando soluciones creativas para mitigar los efectos de la perdida de la labor voluntaria. Mientras tanto, los líderes se preguntan si los viajes virtuales y otros esfuerzos pueden mitigar la falta de voluntarios físicos.
Prácticamente ninguna organización misionera «está en condiciones de continuar sus programas a corto plazo», dijo Ted Esler, presidente de MissioNexus, una organización de 285 agencias y cerca de 100 iglesias misioneras. «La caída se verá en los meses que vendrán».
A pesar de los desafíos del COVID-19, muchos ministerios se muestran esperanzados de lo que vendrá.
«Me pregunto qué se traerá el Señor en sus planes», dijo Higgins. «Tengo la sensación de que el Señor prepará personas» y traerá «una apertura espiritual».
Fuente: Christianity Today
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