“Dios derramará de Su aceite mientras haya vasijas vacías que anhelen ser llenas de aquello que sólo él puede saciar, porque trae consigo libertad, paz, amor, justicia, gozo y llenura. ¡Él se encargará de llenar lo que nadie más puede llenar! ¿Estás preparada para vivir un tiempo nuevo? Él puede llenarte, la condición sólo es CREER”
Bienvenida a este nuestro espacio para la Mujer.
Para comenzar hoy quiero compartirte este relato bíblico que ha sido y es de mucha bendición para mi vida. Las Escrituras nos relatan en esta historia que tal vez hayas escuchado, o tal vez no, una situación de extrema incertidumbre, como muchas de las tantas en las que nos encontramos, casi sin respuesta en las que el miedo nos paraliza, nos deja sin capacidad de reacción; pero claramente hoy es un gran día para que nuestra fe pueda ser desafiada a creer que las bendiciones en abundancia de Dios, y esas respuestas a tan imposibles soluciones están a la puerta y que llegarán a nosotras en la medida que creamos que aquello que nosotras humanamente no podamos alcanzar, Dios sí podrá alcanzar y aún más ¡sorprendernos! porque es nuestra fuente inagotable de provisión para cada área de nuestra vida, y respuesta ante cada situación, simplemente si es que hemos aprendido a depender de él y a descansar en su voluntad perfecta para nuestras vidas.
Leamos juntas este pasaje bíblico que se encuentra en:
2 Reyes 4:1-7
4 La viuda de un miembro de la comunidad de los profetas le suplicó a Eliseo:
—Mi esposo, su servidor, ha muerto, y usted sabe que él era fiel al Señor. Ahora resulta que el hombre con quien estamos endeudados ha venido para llevarse a mis dos hijos como esclavos.
2 —¿Y qué puedo hacer por ti? —le preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en casa?
—Su servidora no tiene nada en casa —le respondió—, excepto un poco de aceite.
3 Eliseo le ordenó:
—Sal y pide a tus vecinos que te presten sus vasijas; consigue todas las que puedas. 4 Luego entra en la casa con tus hijos y cierra la puerta. Echa aceite en todas las vasijas y, a medida que las llenes, ponlas aparte.
5 En seguida la mujer dejó a Eliseo y se fue. Luego se encerró con sus hijos y empezó a llenar las vasijas que ellos le pasaban. 6 Cuando ya todas estuvieron llenas, ella le pidió a uno de sus hijos que le pasara otra más, y él respondió: «Ya no hay». En ese momento se acabó el aceite.
7 La mujer fue y se lo contó al hombre de Dios, quien le mandó: «Ahora ve a vender el aceite, y paga tus deudas. Con el dinero que te sobre, podrán vivir tú y tus hijos».
Esta mujer tuvo que creer porque no le quedaba mayor opción y los plazos se acortaban. Los acreedores venían a tomar lo más preciado que tenía y le había quedado, sus hijos, su familia como pago de una deuda contraída por su esposo fallecido. El panorama era duro, en su hogar había escasez, sólo le quedaba un poco de aceite simplemente. Pero a causa de la fidelidad a Dios de este hombre es que Dios derrama su provisión sobre abundante y cuando está bendición es derramada no habría esclavitud, ni más dolor, sino agradecimiento y honra a Dios.
Dios nunca puede volverse atrás en sus promesas, y la fidelidad de aquel varón fue determinante para que su casa no perezca, pero la fe que esta mujer afirmó tuvo como resultado que la mano de Dios respaldase las palabras del Profeta Eliseo, y esa respuesta de Dios no demorase en llegar y ser derramada en esas vasijas. El aceite sólo menguó cuando ya no hubo donde seguir derramando aceite, ¡estaban todas las vasijas repletas!
Dios desea derramar de ese aceite sobre aquellas vasijas vacías, que diariamente son capaces de reconocer Su necesidad de aquel que lo llena todo en todos. Dios derramará de Su aceite mientras haya vasijas vacías que anhelen ser llenas de aquello que sólo él puede saciar, porque trae consigo libertad, paz, amor, justicia, gozo y llenura. ¡Él se encargará de llenar lo que nadie más puede llenar!
¿Estás preparada para vivir un tiempo nuevo? Él puede llenarte, la condición sólo es CREER.
Te abrazo fuerte, tu amiga y servidora, Pastora Laura Galeano.
La Gaceta Cristiana – Sección MUJER
