Tohar Haydarov, bautista de 34 años y prisionero religioso, quedó en libertad condicional el 8 de noviembre, después de servir en trabajos forzados por 6 años de una condena de 10.
Haydarov fue arrestado en enero de 2010, cuando la policía lo presionó para que renunciara a su fe en Jesucristo y regresara al islam.
Como Haydarov se negó, la policía lo acusó falsamente de tenencia ilegal de drogas. La comunidad cristiana condenó el arresto de Haydarov, diciendo que los cargos eran absolutamente falsos y armados por la fuerza policial.
Cuando Haydarov reapareció en Marzo de 2010 para su juicio, presentaba dificultades para caminar y mostraba signos de haber sido golpeado y torturado. La corte lo declaró culpable y lo sentenció a 10 años de prisión. Fue enviado a un campo de trabajos forzados cerca de Qarshi.
Aunque Haydarov apeló la sentencia, la Suprema Corte de la Nación volvió a fallar en su contra en Agosto de 2011.
«Las circunstancias en que Haydarov fue arrestado y sentenciado fueron parte del obrar típico de la persecución contra cristianos en la región,» dijo en un comunicado Corey Bailey, manager de Christian Concern International para Asia Central.
La liberación de Haydarov llegó dos semanas después de su cumpleaños número 34, debido a que un juez determinó que en su caso era posible la libertad condicional por buena conducta y ordenó su libertad.
«Dios oyó la oración de muchos cristianos,» contaron un grupo de bautistas. «Estamos agradecidos con cada persona que oró y envió cartas para nuestro amigo mientras estaba en prisión.»
Andrey Serin, parte de la Fraternidad Bautista, reconoció que la liberación de Haydarov fue una verdadera sorpresa.
«Tohar fue liberado silenciosamente, lo que nos sorprendió a nosotros y a él también,» dijo Andrey. «No había nadie allí para recibirlo al salir.»
Aún no se conocen las condiciones de la libertad condicional que rigen para Haydarov.
Aunque Uzbekistán se considera una nación secular, el gobierno autoritario de Islam Karimov, ha restringido severamente las libertades religiosas de individuos y organizaciones que no estuvieran afiliadas al pensamiento ruso-ortodoxo o a las congregaciones islámicas.
Open Doors Estados Unidos ha catalogado a Uzbekistán, cuya población cristiana alcanza las 200,000 personas, como el país en la posición número 15 del ranking de naciones perseguidoras del cristianismo en su lista anual.
«El cristianismo es considerado como un factor desestabilizante para el gobierno,» explica el informe de Open Doors. «Además de esto, cristianos convertidos de un contexto anterior islámico sufren mayor presión de parte de su ambiente sociocultural.»