Islam Karimov tomó el poder en Uzbekistán en el año 1989, un poco antes de que la URSS colapsara y el país ganara su independencia. Bajo su liderazgo, Uzbekistán creció para ser la dictadura más grande en Asia Central. El régimen hizo todo para permanecer en el poder y persiguió a los cristianos. ¿Cómo cambiará el país ahora que Karimov ya no está?
El 2 de septiembre del año 2016, las autoridades de Uzbekistán confirmaron oficialmente que el presidente Islam Karimov había muerto a la edad de 78 años. Su muerte fue confirmada seis días después de ser llevado al hospital tras un derrame cerebral. Según los expertos, muy probablemente, el próximo presidente de Uzbekistán será el presente primer ministro, Shavkat Mirziyoyev, quien ha servido como primer ministro desde el año 2003.
Entre otros abusos de los derechos humanos, el régimen de Karimov desencadenó una persecución severa de cristianos en Uzbekistán. Es probablemente el país con las multas más altas (a veces varios años de salario) por cosas como posesión de material cristiano.
Puertas Abiertas arregló una reunión con algunos creyentes de Uzbekistán para preguntarles cómo ven ellos el futuro. Un creyente protestante, quien pidió permanecer en anonimato por razones de seguridad, dice: “Yo no espero cambios drásticos. Los cristianos en Uzbekistán continuarán experimentando persecución por el Gobierno.”
Un pastor, quien tampoco quiere ser nombrado, añadió: “La actitud del Gobierno hacia nosotros no cambiará, no importa quien llegue a ser el nuevo líder. Claro que esperamos un mejor escenario, pero tenemos que ser realistas: nuestro Gobierno siempre tiene miedo de cualquier manifestación de disidentes. No está claro cómo, pero desafortunadamente los creyentes cristianos caen en la categoría de extremistas religiosos potenciales”.
Otro pastor de una iglesia secreta en Uzbekistán compartió: “En caso de que el actual primer ministro Shavkat Mirziyoyev en efecto llegue a ser el próximo presidente de Uzbekistán, la situación con la persecución de los cristianos se volverá aún peor. En realidad, parece que él fue quien inició, o por lo menos estaba involucrado, la persecución a la Iglesia Protestante uzbeka y a los convertidos de trasfondo musulmán”.
Basándonos en estas respuestas y opiniones de expertos, es improbable que vaya a haber cambios mayores para bien para la iglesia uzbeka. Un colaborador de Puertas Abiertas pide oración: “No sabemos los detalles del plan de Dios para Uzbekistán, pero sabemos que sus intenciones son las mejores para el país y la gente. Oramos por el nuevo presidente y confiamos en nuestro Dios. ¿Queremos que venga libertad religiosa? Muchos de los cristianos uzbekos dirían seguramente “Sí”, pero si la situación mejorara, no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que Él ha sido siempre bueno y continuará siendo bueno. Pedimos que nos apoyen orando para que su voluntad sea hecha en Uzbekistán.”
Uzbekistán ocupa el lugar nº 15 en la Lista Mundial de la Persecución (LMP) de 2016. Puertas Abiertas estima que hay alrededor de200,000 cristianos en Uzbekistán. Durante la última década ni una iglesia se ha podido registrar en el país. La actividad religiosa no registrada va contra la ley, mientras que las iglesias registradas enfrentan presión por parte de las autoridades. Los musulmanes convertidos tienen que lidiar con la presión añadida de los musulmanes, miembros de la familia y comunidades locales, quienes se oponen a su fe en Jesucristo.