El terremoto de magnitud 7,5 que se registró en el norte de Afganistán, provocó la muerte de más de 300 personas. Se cree que la cifra aumentará a medida que los esfuerzos de rescate avancen. Los creyentes piden a la comunidad internacional orar por los afectados.

Este fuerte sismo también causó daños en Pakistán y en el norte de India. Sólo en la provincia pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa, las autoridades confirmaron la muerte de al menos 179 personas y dijeron que los heridos son más de 1.800.

Los equipos de rescate están luchando por llegar a las zonas remotas afectadas por el terremoto. Los deslizamientos de tierra y caída de rocas han provocado un difícil acceso en muchos caminos que conducen a aldeas aisladas.

Jeff Palmer, director ejecutivo de Baptist Global Response, la organización humanitaria de Bautistas del Sur, habló con Mission Network News sobre los daños que provocó este movimiento telúrico.

«Sólo hemos escuchado de un compañero que se encuentra en la zona. Estamos a la espera de saber de dos más para tener una mejor percepción, una evaluación más clara de lo que está pasando allí», dijo.

«El primer compañero que se reportó dijo que sintieron el terremoto con mucha fuerza; pero que ha habido muy pocos daños y bajas cifras de víctimas mortales en la zona que se encontraban. Eso es bueno y malo. Es bueno en el sentido de que hay un menor número de víctimas, pero malo porque cuando intentan ir a esas áreas que fueron golpeadas duro, les es difícil acceder debido a la lejanía y también a causa de los problemas de seguridad», añade.

Palmer pide elevar plegarias por los damnificados y por su equipo de ayuda humanitaria.

«Oren por los afectados, por nuestros asesores para que escuchemos de forma rápida sobre lo que está pasando, para que podamos elaborar un buen plan. Oren por nuestros equipos conforme se comienzan a movilizar… Oren también por algunos de nuestros expatriados en la zona, para que puedan tener sabiduría».

El plan de respuesta se desarrollará en los próximos días. Ellos quieren llevar ayuda material y espiritual a los afectados.

“Este terremoto se puede ver como una tragedia, como algo que está afectando a las familias y las comunidades. Pero también es una oportunidad para que el amor de Dios se conozca en un lugar donde muchas no se puede oír de su mensaje», concluyó.

Fuente: Mundo Cristiano