Entrevistamos a Diego Pino, es quien junto a un interesante grupo de colaboradores llevan adelante Unidos Para Jesús, y son los que se animan a nuevos desafíos en estos tiempos. Le pedimos que nos cuente como surgió unos encuentros mensuales a los que denominaron trasnoche.

Cómo comenzaron las trasnoches?

Hay un interesante grupo de cristianos que deseaban hacer algo que los mantuviera unidos en la ciudad de José C. Paz y en una constante búsqueda de la presencia del Señor. Al no haber nada instituido como para satisfacer esta necesidad nos pusimos a trabajar, esto comenzó hace 10 años bajo el nombre de Predeterminados, pero en el año 2017 salimos con Unidos para Jesús.

A quiénes está dirigido?

El público joven que alberga cada congregación es el fiel concurrente ya que la temática normalmente es juvenil, creo que Dios en su gracia nos puso allí para ser una contención para los que «no» saben que hacer, y también es una ayuda para los que desean más del Señor. Dios en cada encuentro nos sorprende con algo nuevo e irrepetible y creemos que estas Trasnoches vinieron para bendecir.

Cuáles son los resultados?

Fue muy loco, porque en un comienzo lo vimos como algo muy local, cubriendo necesidades reales pero del lugar, pero hoy están concurriendo algo sorprendente, por contacto jóvenes de lugares mucho mas alejado de nuestra ciudad. Nosotros somos mucho más localistas, pero Dios siempre piensa en algo mas universal, ya tenemos invitaciones para replicar en otras ciudades donde pensamos llevar el mismo fuego divino.

Dónde se realizan?

No queremos centrarnos en un lugar, por eso vamos rotando en las diferentes congregaciones que nos ofrecen sus locaciones, esto hace que podamos bendecir cada rincón de nuestra ciudad y creo que todavía no hemos visto todo lo que Dios tiene para darnos. Seguimos trabajando porque lo que avizoramos es grande y queremos que Dios se glorifique en medio nuestro.

Agradecemos a Dios por esta nueva y gran experiencia de reunirnos con jóvenes, amigos y hermanos de diferentes lugares y adorar a Dios, escuchar su voz y reírnos juntos. Amamos ver vidas restauradas y liberadas. Queremos ver mas gente Encendidas por el fuego de Dios. Agregó Diego Pino