Por lo menos 5,000 cristianos fueron asesinados en Nigeria en el 2022 y más de 1,000 fueron asesinados los primeros tres meses del 2023, esto de acuerdo a estimados publicados esta semana por la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y la Regla de la Ley (Intersociety).
La Anambra – una organización de sociedad civil dirigida por la criminóloga cristiana Emeka Umeagbalasi publicó el jueves un reporte generando estimados basados en estadísticas de medios locales e internacionales, religiosos, comunidad, seguridad, investigación, intergubernamental, no gubernamental, e instituciones internacionales parlamentarias o instituciones diplomáticas.
El reporte sugiere que 5,068 cristianos fueron asesinados en el 2022, mientras que mas de 3,000 cristianos fueron secuestrados.
En una declaración enviada a The Christian Post, Intersociety dijo que la violencia ha sido particularmente devastadora en los estados de Benue, Kaduna, Plateau, Taraba, Niger, Borno, Yobe, Adamawa y Kebbi.
“Intersociety está dedicada emocionalmente en este reporte investigativo a 1,041 víctimas de los pastores yihadistas Fulani y de otros yihadistas quienes asesinadas y desaparecidas y de otros ataques genocidas llevados a cabo en todo Nigeria en los primeros 100 días del 2023”, declara el reporte. “Las victimas subrayadas asesinadas y heridas también representan 5,068 mas que fueron asesinados o fueron desaparecidos sin dejar rastro hasta la fecha todo llevado a cabo por los Yihadistas nigerianos en el 2022”.
Entre los asesinatos hasta ahora en el 2023, Intersociety dice que el estado Benue ha sido el área mas afectada, sufriendo 380 muertes cristianas.
Además del costo de vidas humanas, el incremento de violencia extremista en Nigeria en la década pasada ha desarraigado millones de personas de sus hogares. Intersociety reporta que 5 millones han sido forzados a los campos para personas desplazadas internamente y refugiados.
En esta última actualización en septiembre del 2022, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que aproximadamente 3.1 millones de nigerianos están internamente desplazados en Nigeria y cercad de 1 millón están desplazados en los países vecinos de Camerún, Chad, y Niger.
El reporte de Intersociety resalta que varios grupos están involucrados en la violencia, incluyendo yihadistas pastores Fulani, Boko Haram, el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental y la afiliada de Al-Qaeda llamada Ansaru.
Tan solo en el 2022, Intersociety reporta que pastores Fulani radicalizados y aliados regionales fueron responsables por 2,650 muertes cristianas de enero a octubre del 2022, mientras que ISWAP, Boko Haram y Ansaru se cuentan por otros 450.
El reporte hace notar que la armada nigeriana también ha estado implicada en los asesinatos, con 550 muertes atribuidas a perfiles étnicos y raciales en el 2022.
Mas adelante, el reporte también hace notar que, en el 2021, por lo menos 5,191 cristianos vulnerables fueron brutalmente asesinados, y otros 3,800 fueron secuestrados por extremistas islámicos nigerianos.
El reporte de Intersociety acusa al gobierno nigeriano y a agencias de seguridad de fallar en proteger a los ciudadanos cristianos, diciendo que la falta de medidas proactivas para prevenir los ataques y salvaguardar las comunidades ha permitido que la violencia continue sin disminución.
Grupos de derechos cristianos han alertado ya por años sobre las condiciones religiosas de deterioro en Nigeria en medio de un aumento de grupos de terror como Boko Haram y el Estado Islámico en el noreste. Partidarios han también alertado sobre un incremento en la violencia mortal contra las comunidades predominantemente cristianas llevados a cabo por pastores radicales en los estados ricos para el cultivo en los estados del Cinturón Medio mientras que el país lidio con la desertificación y erosión de los recursos naturales.
A principios de este año, el Departamento de Estado de Estados Unidos bajo el presidente Joe Biden reafirmó su decisión de quitar a Nigeria de su lista de países de preocupación particular por violaciones a la libertad religiosa después de conducir lo que se describe como una “revisión cuidadosa”.
Cristianos nigerianos, grupos de derechos humanos y miembros del Congreso objetaron a la decisión de levantar la designación CPC de Nigeria después de que Nigeria fuera añadida a la lista en el 2020 bajo la administración Trump.
Nadine Maenza, una ex jefe de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional bipartidista de Estados Unidos, la cual aconseja al Departamento de Estado y al Congreso sobre asuntos de libertad religiosa, estaba “especialmente disgustada” con la decisión.
La designación del CPC lleva consigo la posibilidad de sanciones y otras acciones de disuasión que influencien aquellos países para mejorar las condiciones de libertad religiosa.
En un reporte religioso del 2021 publicado por el Departamento de Estado en el 2022 se hizo notar, “Había una violencia penetrante involucrando predominantemente a pastores musulmanes y mayoría cristianos, pero también musulmanes, agricultores, particularmente en el Centro Norte, pero también en el Noroeste (donde la mayoría de los agricultores son musulmanes) y regiones Suroeste”.
“De acuerdo a el rastreador de seguridad de Nigeria mantenido por el Consejo para Relaciones Exteriores, hubo un estimado de 10,399 muertes por conflictos de violencia durante ese año, comparado con 9,694 en el 2020”, declara el reporte.
Organizaciones cristianas de derechos humanos han alertado que la violencia en Nigeria se ha alzado al nivel de “genocidio”. El gobierno nigeriano ha negado las acusaciones de que la violencia es motivada por razones religiosas y ha dicho que los asesinatos en los estados del Cinturón Medio son parte de choques entre agricultores y pastores que llevan así ya muchas décadas.