Una congregación local de Pennsylvania y una casa funeraria se unen para llevar adelante un servicio llamado «Navidad Azul», para aquellos que están sufriendo o lidiando con la pérdida de un ser amado en esta temporada de fiestas.
La Primera Iglesia de Lancaster y DeBord Snyder Casa Funeraria y Crematorio, se unieron para el servicio de Navidad Azul del domingo por la tarde.
Laura Sambrick, directora pastoral a cargo de la Primera Iglesia Presbiteriana, contó que tanto su Iglesia como la casa funeraria solían hacer estos servicios por separado.
«La Iglesia ha llevado adelante el servicio de Navidad Azul por más de 10 años», dijo Sambrick. «DeBord Snyder también proveía los suyos justo en la vereda de enfrente. El año pasado por falta de espacio, ellos utilizaron nuestras instalaciones para estas fechas.»
«Tenía sentido unirnos ya que gozamos de una estrecha relación. Al combinar esfuerzos en esta Navidad Azul, esperamos alcanzar a más personas y extender así nuestro círculo de cuidado.»
Sambrick notó que la casa funeraria brindaba «servicios en todos los aspectos» y daba un «sentido de hospitalidad» y de «cómo proveer confort en tiempos de crisis.»
«Cada persona que recibió los servicios de la Casa DeBord recibió una invitación para el servicio especial», dijo Sambrick.
«DeBord Snyder revisa los nombres de los fallecidos durante el año y le envía a la familia un adorno personalizado por Navidad.»
Cerca de 70 personas asistieron al evento a pesar de las bajas temperaturas del día. Según Sambrick, pocas personas llegaron solas, en su mayoría vinieron con seres queridos.
Para el servicio, la Iglesia incluyó iluminación con velas y música, lectura de la Biblia y poesía. A los asistentes se les animó a que tomaran un momento y procesaran su duelo y su dolor.
El servicio concluyó con la canción «Noche de Paz», seguido de una recepción con comida e interacción entre los presentes.
Sambrick contó que no solo quería que los asistentes expresaran su duelo, sino también que abrazaran la esperanza, y que notaran que no estaban solos en su dolor.
«Nuestro deseo es que los que asisten puedan encontrar un lugar seguro para expresar su dolor y pérdida, rodeados de amigos y de la presencia de Dios, para que sientan que no están solos y que vendrán mejores días», explicó.
«Es preciso entender que no para todos es una época de gozo y alegría, hay muchos que luchan con la Navidad. Tener un lugar donde nombrar estas emociones es una bendición.»
Jeremy DeBord, co-propietarios de la casa funeraria contó que su trabajo en conjunto con la iglesia «fue una acción para crear un programa más beneficioso para la comunidad».
«Hemos estado llevando adelante estos servicios por muchos años y pensamos que podríamos llegar más lejos unidos con la Iglesia», dijo DeBord.
«Valoramos nuestra amistad con las comunidades de Fe y nos honra servir a las familias», agregó.
«Sabemos lo difícil que puede ser atravesar estas épocas de fiestas después de haber perdido a un ser amado. Esperamos que este servicio haya provisto de paz y confort a aquellos en angustia.»