“Muchos llegan al conocimiento salvador de Cristo a través de su Palabra, al tener entre sus manos las Escrituras,” dijo Ana Mims en una entrevista el miércoles.
Mims, quien vive con su hija de 11 años en Singapur, dijo en su entrevista que está siguiendo la dirección de su Llamado en Dios, a pesar de las reservas y miedos que siente, al ser parte de los Traductores de la Biblia de Wycliffe en Estados Unidos.
“Son esas cosas de la vida que te escogen a ti, tu no las eliges. Yo no elegí a Wycliffe, pienso que el Señor lo hizo por mi,” agregó.
Nacida en La Habana, Mims y su familia emigraron a Estados Unidos como refugiados de Freedom Flights desde Cuba, y tuvieron que lidiar con las barreras del lenguaje y aprender Inglés. Aunque fue criada como Católica Romana, ella cuenta que a los 18 años le entregó su vida al Señor. Si bien deseaba involucrarse en el ministerio de inmediato, sentía que el Señor le decía que aún no era el tiempo.
Así que Mims se embarcó en una carrera de negocios de 28 años, donde alcanzó el éxito como especialista legislativa, relaciones de gobierno y directora de operaciones, vicepresidente de comunicaciones, y CCO de compañías en Europa, Latinoamérica, Asia y los Estados Unidos.
Era tarde en la noche cuando estaba leyendo información acerca de consejería para traumas de guerra a mujeres y niños, cuando escuchó por primera vez acerca de los Traductores de la Biblia de Wycliffe, una organización que ayuda a las personas a tener la Biblia en su propia lengua.
“Siempre busqué involucrarme en misiones que llegaran a ciertos grupos poco privilegiados en cualquier parte del mundo. Es algo que siempre ha estado en mi corazón,” dijo Mims.
A pesar de sentir que no era “madera de misiones” para la obra, ya que no era una “mujer de mucha iglesia”, dejó su contacto con la información personal en Wycliffe, y allí empezó una serie de comunicaciones entre ellos.
Mims reflexionó mucho acerca de unirse a Wycliffe y de si eso sería la mejor decisión, ya que ella es el sostén para el futuro de su hija.
Pero sintió el llamado de Dios.
“De repente sentí un giro dentro de mi que me decía, ‘Ana, tienes que aceptarlo. Este es un tiempo diferente. “
“Me tomó por sorpresa esto, ya que siempre era ‘no, esto no es para ti’, y de repente ‘ahora es tu tiempo’, agregó.
Mims, quien será directora ejecutiva de comunicaciones para una de las organizaciones hermanas de Wycliffe, contó que deja una vida corporativa de gran paga, junto a la comodidad material y la seguridad financiera para ella y su hija.
“Vivo en uno de los países más ricos del mundo. Estoy rodeada de mucho bienestar. Vivo en una torre con ascensor privado que me lleva directo a mi departamento,” contó acerca de Singapur, agregando que uno de sus pasatiempos favoritos era conducir en Porsche.
“He sido bendecida con mucho éxito, y obviamente ese éxito trajo mucha remuneración. Así que pasar de una posición donde se gana un buen salario, a donde no se recibe nada, pero donde tienes que construir relaciones con inversores que sustenten la obra, y la paga es justamente conseguir esas inversiones, es bastante diferente.
Mims compartió también las preguntas que le planteó a Dios: “Espera un momento Señor, soy mamá soltera, estoy criando a una niña de 11 años, éste no es el momento adecuado para mi. ¿Cómo puedes pedirme esto ahora?”
También remarcó que servir en un ministerio a tiempo completo es algo nuevo para ella. “¿Cómo vivir así? ¿Cómo voy a sobrevivir?”.
Mims dijo que sabía en su corazón que estaba yendo en la dirección correcta, y que esto es lo que Dios quería de ella.
“Ya que Dios siempre ha sido fiel, y Dios siempre ha provisto de tantas maneras -es sencillo. Cuando tienes una historia con alguien que siempre ha sido bueno y leal, sabes que puedes contar con esa persona. “
“Podía oír al Señor diciendo, ‘¿Puedes confiar en mí, que voy a proveer para cada necesidad tuya y de tu hija, y que voy a estar exactamente donde tu estés?’
Mirando hacia atrás, a su vida corporativa, Mims reconoce que fue Dios quien la puso ahí.
«Cuando estamos sentados en esos lugares importantes, es fácil sentirnos orgullosos de nosotros mismos, pero es realmente el Señor quien abre las puertas, nos capacita y nos lleva a esos lugares.”
Explicó también que aún tiene días de dudas, pero es allí cuando su fe florece.
“El Señor es bueno porque no me ha traído hasta aquí para abandonarme. Recibo aliento de la Palabra que me dice quien es Él, y del testimonio que me ha dado de haber sido Fiel tantas veces, y lo seguirá siendo.”
“Mi experiencia fue de entera entrega al Señor, una completa conversión,” Mims continuó. “No veo mi vida como propia. Tengo deseos, sueños, necesidades, pero todo lo dejo en manos del Señor.”
Ella recordó estar sentada junto al grupo de trabajo de Wycliffe, junto a personas que han estado en el ministerio trabajando en la traducción de la Biblia, y escuchando sus historias de impactante cambio en las vidas. Eso fue lo que la convenció de involucrarse en la obra.
“El mayor mandato que tenemos como cristianos, es llevar el Evangelio de las Buenas Nuevas a toda la tierra, y la sola sensación de estar involucrada en el trabajo de llevar el mensaje es lo que me inspira.”
“Todos esos años en el mundo de los negocios, aprendiendo lo que ahora el Señor me pide que haga en Su Obra, me parece simplemente asombroso.”
Mims cree que Dios tuvo sus razones para posponer los tiempos, y reflexionó que sin su transfondo empresarial, nunca hubiera tenido la experiencia para el trabajo que ahora le toca hacer.
Hablando de sus objetivos, dijo que lo que ella desea es ver más personas venir al conocimiento salvador de Cristo.
“El objetivo a corto plazo, es trabajar en comunicaciones, lo que ayudará a la organización a estar mejor equipada y a hacer un mejor trabajo de llevar la Palabra a aquellos en necesidad,” Mims, expresando su deseo de ayudar a “extender el Reino de Dios para la eternidad.”