La persecución religiosa en China se intensificó en el 2020, con miles de cristianos afectados por el cierre de iglesias y otros abusos a derechos humanos, según un nuevo reporte de ChinaAid.

La investigación de ChinaAid del año pasado, documentó nueve iglesias demolidas por las autoridades del Partido Comunista Chino, afectando a más de 5.000 miembros y asistentes.

En total, las autoridades del PCC persiguieron al 100% de las iglesias-hogares, y la policía multó a cada líder además de interrogarlos ferozmente.

Según el reporte lanzado esta semana, las autoridades del CPP también invadieron hogares cristianos, hicieron redadas en reuniones familiares, e incluso interfirieron en desiciones parentales. En numerosas instancias, las autoridades demandaron a creyentes por educar a sus hijos en casa o enviarlos a colegios religiosos.

«La investigación de ChinaAid de 2020 confirma que en China, la persecución contra cristianos y cualquiera que profese una fe excede todo lo denunciado años anteriores», dice el reporte.

«Cómo los actos de supresión han emergido de la oscuridad, las bajas de la persecución del PCC, así como las víctimas de la pandemia, presentan una potencial y pútrida amenaza que desafía la atención mundial.»

El grupo dijo que publica su reporte anual para ‘no solo para aumentar la conciencia acerca de la persecución religiosa en China, sino para promover la libertad de fe para todos.’

Reportes previos revelan que las escuelas en China han estado enseñando a los niños que el Cristianismo es un ‘culto diabólico’, así como también se les enseña a oponerse a la religión, se les alienta a cuestionar las creencias familiares y a denunciar a sus seres queridos ante las autoridades.

Puertas Abiertas posiciona a China en el puesto 17 de su lista de países peligrosos para los cristianos.

Boyd-MacMillan, director de Investigación Estratégica de Puertas Abiertas, recientemente expresó que el PCC está consciente del crecimiento del Cristianismo en la población y como reacción lleva adelante una campaña de destrucción feroz contra la religión.

«Creemos que la evidencia de porqué la Iglesia China es el blanco, es que los líderes gubernamentales están asustados del crecimiento y la magnitud de la Iglesia», dijo Boyd-Millan.

«Y si el promedio de crecimiento se mantiene como lo viene haciendo desde 1980, entonces estamos viendo hacia un grupo de personas que serán por 300 millones más fuertes, para el 2030. Y, como se sabe, el liderazgo chino, realiza planes a largo plazo, es decir, su plan económico llega hasta el 2049; así que están realmente preocupados. Pues, si la Iglesia continúa creciendo de ésta manera, ellos tendrán que compartir su poder.»