La peor esclavitud es la ignorancia, donde uno vive prisionero del desconocimiento. La única escapatoria es encontrar la verdad que nos llevará al camino de la libertad. Un pueblo puede sucumbir por falta de conocimiento, la ignorancia puede llevar a una vida de fracaso a cualquier ser humano.
La búsqueda de la sabiduría debe ser una constante en el hombre; quien la halle logrará ser libre.
En la Biblia encontramos el mejor consejo que un sabio nos puede dar, y es como encontrar la sabiduría, como llegar al conocimiento, y así liberarnos de nuestra ignominiosa ignorancia.
Ser necio es un calificativo que hoy no pareciera molestar a muchos. A los mismos ignorantes los vemos verter opiniones en los programas de mayor audiencia de la televisión y luego producen el debate semanal de la muchedumbre que se retro alimenta del mismo pensamiento cargado de necedad; pareciera que ese es el tema y esa la agenda de la vida cotidiana.
Como hijos de Dios debemos tener la suficiente sabiduría en no dejarnos enredar por los mensajes de baja calidad que hoy el mundo nos ofrece. Como diría el Apóstol Pablo «No nos conformemos a este siglo, sino transformarnos por la renovación de nuestro entendimiento». Tarea difícil, pero no imposible. Para eso debemos tomar la suficiente distancia del discurso vulgar que hoy proponen y abunda en los medios de comunicación y en la misma calle.
Jesucristo en su paso por esta tierra se presentó como “La Verdad” y esto dejó perplejo a los pensadores que en su necesidad de descubrir ese gran secreto, no lograban comprender su propuesta.
En su mensaje Jesús proponía a sus interlocutores que le permitieran venir a vivir en sus vidas. Y no era un momento donde la humanidad estaba pasando por un tiempo de iluminación espiritual sobrenatural. Podríamos decir que sería muy similar a la nuestra, con todas las bajezas y la muchedumbre preocupada sólo en cosas superfluas.
Un día estaban todos victoriando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y luego ese mismo gentío, guiado no sabemos por que cosa, pedía que lo crucifiquen como si fuera un reality.
El mensaje redentor que nos ofrece el Salvador del mundo es para salir de la ignorancia que nos esclaviza a libertad gloriosa para ir caminando en la verdad.
Hoy mismo podemos entrar a ese camino de libertad huyendo de la mentira que a tantos tiene atrapados y disfrutar de la verdad que es Cristo mismo en nuestro ser.
Nuestra mente tendrá una renovación y podremos pensar por nosotros mismos en todo lo agradable y lo de buen nombre. Meditaremos en todo lo virtuoso y honesto, hasta llegaremos a respetarnos unos a otros, y en aquello que no tenemos datos, Dios nos ungirá de un discernimiento especial para no ser engañados.
Conoceremos la verdad y la verdad nos hará completamente libres.