¿Qué es la discalculia?
Es un tipo de trastorno de base biológica que afecta profundamente al aprendizaje de las capacidades aritméticas y las matemáticas, que se presenta en algunos niños.
En especial de multiplicación y división, así como de matemáticas básicas en niños más pequeños. Este trastorno específico o disfunción del aprendizaje, que puede presentar dificultades matemáticas importantes, ha sido comparado con la dislexia (alteración de la capacidad de leer), por lo que se podría decir que es su condición homóloga en el mundo de las matemáticas.
Sin embargo, esto no debe confundirse con problemas de atención, déficit intelectual o deficiencia en la instrucción del aprendizaje, los cuales son las causas más comunes de las malas notas en matemáticas.
Por eso, primero es preciso descartar estas posibles causas para luego centrarse en investigar si el niño tiene discalculia o no.
Aspectos más importantes de la discalculia
Es más común de lo que la gente cree, estimándose que puede afectar hasta un 8% de la población.
Puede llegar a disimularse más fácilmente en niños con niveles intelectuales altos.
Este trastorno no se detecta tan rápidamente como debería, debido a que no se hace énfasis en la enseñanza numérica antes de la escolaridad obligatoria.
La discalculia puede observarse en algunas situaciones comunes relacionadas con las matemáticas y las dificultades en el aprendizaje, por ejemplo, cuando el niño tiene dificultad para señalar el lugar donde hay más elementos, o a la hora de enfrentarse con éxito al cálculo mental, o también cuando van a utilizar los dedos para contar, o a la hora de entender frases o conceptos relacionados con las matemáticas como “menor que”.
Puede también detectarse cuando un niño sigue utilizando los dedos en cursos avanzados de matemáticas.
Los niños con discalculia olvidan fácilmente procedimientos matemáticos que llegan a dominar muy bien tras explicárselos convenientemente. Esto puede deberse a la dificultad que presentan para entender la lógica que hay detrás del procedimiento.
Aprender las tablas de multiplicar puede parecerles todo un reto. Aunque las aprendan fácilmente, tienden a olvidarlas igual de rápido.
En la vida diaria los niños más mayores, incluso de secundaria, pueden confundirse o encontrar problemas a la hora de dar o recibir unas “vueltas”, de manejar dinero o a la hora de decir y dar la hora a otros. Los niños con discalculia no logran percatarse de errores matemáticos que son muy evidentes a la hora de hacer alguna cuenta.
La discalculia no es algo que se pueda curar por ahora, pero sí se puede tratar.
Los niños y niñas con discalculia deben estar bajo la supervisión especial de su maestro, de sus padres, de un psicólogo y de un logopeda con conocimientos en esta disfunción.
La prevalencia del trastorno de discalculia entre la población escolar que oscila entre el 3% – 6%, siguiendo una distribución similar entre niños y niñas.
Tratamiento para la discalculia
El tratamiento más efectivo para la discalculia, al igual que para la dislexia, es el diagnóstico precoz. Cuanto antes detectemos el problema, y ofrezcamos a los niños las herramientas necesarias que les ayuden a adaptarse al proceso de aprendizaje, más probabilidades de evitar un retraso educativo y problemas de autoestima o trastornos más serios.
INFO.