No es una novedad que todas atravesamos situaciones que generan dificultad a lo largo de la extensión de nuestros días en la tierra, ya que no estamos inmunizadas a la adversidad. Asimismo, también sabemos que forman parte de la vida misma, y que quienes son capaces de afrontar momentos no gratos, reciben aprendizajes muy significativos para encarar la vida ante lo venidero.
Cuando los momentos duros nos golpean, es importante expresar aquello que sentimos, realizar una pausa, canalizando lo que nos sucede. Cada obstáculo que superamos nos irá fortaleciendo.
Te comparto la historia de una mujer llamada Noemí, ella antes de enfrentar muchas desgracias, fue una mujer amistosa y de amena sonrisa. Su esposo muere en el exilio y posteriormente mueren sus dos hijos, ya casados. Ella se quedó con sus dos nueras, una decide irse a su casa maternal, pero la otra, llamada Rut se quedó con ella. Noemí, mostró ternura y consideración para con su nuera, se afianzó más el lazo que sentían una a la otra, se quisieron como madre e hija. Noemí regresó para comenzar de cero a la tierra de la cual había salido, llamada Belén, regresó sin nada, avanzada en años, pero con su nuera. Tuvo que ser muy terrible para ella, volver sin su esposo, sin sus dos hijos, pero a su lado estaba su nuera. Noemí llega a su tierra y La Biblia dice que toda la ciudad se conmovió por causa de ellas y le decían: “¿No es esta Noemí?”. – Con lágrimas en los ojos pidió que se la llamase Mara, porque se encontraba sumergida en una terrible tristeza y amargura.
Noemí logra vencer su amargura, con la ayuda y contención de su entorno, quienes la consolaban, la asistían, acompañaban en su adversidad y al correr de los días y estaciones vuelve a ser afectiva y amable como lo había sido antes. Dios honró y bendijo en gran manera a esta mujer abandonada. (Rut 1:1-…)
Mujer, sé valiente, las adversidades son parte de la vida y si lo asumes como un aprendizaje, preparando tu vida integral: espíritu, alma y cuerpo; sin lugar a dudas en el proceso se producirá la madurez, el crecimiento y serás llena de fortaleza y vitalidad! Sigue avanzando, no te detengas, las adversidades no vienen para terminar con tu vida, sino para prepararte para pasar al próximo nivel.
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