Durante el velorio, la tradición budista que siguen en Tibet conlleva a los tíos del joven a realizar las ceremonias religiosas. Sin embargo, la historia cambió por la fe del hijo, quien con sabiduría y mucho amor pidió realizar el velorio de la forma que su padre hubiera querido, sin ninguna tradición budista.

Aunque hubo un rechazo por parte de la familia, aceptaron. Al concluir el entierro, los hermanos en Cristo ayudaron en la casa de Sunny a dejar todo ordenado y limpio, Esto tocó el corazón de algunos integrantes de la familia budista por conocer la Palabra de Dios y posteriormente convertirse al cristianismo.

Después de compartir algunos pasajes de la Biblia, los parientes se fueron felices al saber que el padre de Sunny estaría en el cielo, lo que no es una garantía en la creencia budista.

De los 97,2 millones de cristianos en China, sólo unos cientos son ex budistas de grupos étnicos minoritarios. Viviendo en el oeste del país, son uno de los grupos más perseguidos, no sólo por las restricciones religiosas, sino porque enfrentan persecución dentro de su propia familia y comunidad.

Fuente: Open Doors