India: «Las cuerdas que me ataron como rehén, ahora me recuerdan la fidelidad de Dios»
El pastor Bhima se despertó una mañana temprano. Todavía podía sentir el frío y la humedad del suelo en su cuerpo; le dolían las manos de haber estado atado el día anterior. Cuando se incorporó, se encontró con un guardia que le apuntaba con su arma, observando cada uno de sus movimientos.