En los próximos meses, una empresa especializada en la extracción y desactivación de minas terrestres comenzará a limpiar el lugar, donde la tradición cristiana sitúa que Jesús fue bautizado.
En los últimos años, más de 300.000 peregrinos han llegado hasta estas aguas del Jordán para llevar a cabo una ceremonia bautismal. Sin embargo, la carretera de acceso es el único lugar seguro. A su alrededor, se pueden ver siete iglesias y monasterios abandonados, rodeados de alambradas. Esto se debe a que en 1967, durante la Guerra de los Seis Días, esa fue una zona de guerra. Se calcula que hay entre 3.000 y 5.000 minas terrestres rodeando los edificios.
En breve, la mayor organización humanitaria del mundo, que se dedica a la remoción de minas terrestres, trabajará para eliminarlas. Halo Trust dijo que ya recibió el permiso de Israel, Jordania, Palestina y de las siete denominaciones cristianas de las iglesias en el sitio -copta, rusa, etíope, griega, rumana, ortodoxa siria y católica franciscana-, para iniciar el proceso.
James Cowan, el CEO de la Fundación Halo, expresó: “Si nosotros no extraemos estas minas estarán aquí para siempre”. Además, Cowan enfatizó: “Hemos advertido que las minas, a casi 50 años de su colocación, conservan su poder destructivo”.
Se espera que los peregrinos puedan visitar la zona en 2018
Cowan agregó: “La extracción de las minas terrestres de este sitio icónico beneficiará a la humanidad ahora y en los próximos siglos”.
La Fundación Halo informó a la Prensa Internacional que recibirán donaciones privadas para pagar el proyecto dado que la remoción de minas en este lugar, que es por razones religiosas y culturales, tiene un costo de 4 millones de euros.
Territorio Israelí
Desde 1967, Israel controla esta zona de Cisjordania, -conocida como Qasr al Yahud y ubicada al sudeste de Jericó y al norte del Mar Muerto-, cuando ocupó el territorio que, hasta esa fecha, estuvo en manos del reino hachemita de Jordania.
Al finalizar la guerra, los israelíes minaron los márgenes del río Jordán para impedir ataques de los tanques, de la infantería de Jordania, y de grupos de guerrilleros palestinos, conocidos como fedayín, que intentaban infiltrarse en Israel para atacar las poblaciones fronterizas.
En 1994 Israel y Jordania firmaron un acuerdo de paz. Desde entonces reina una relativa calma en el lugar. En los últimos años, se permitió un acceso limitado a peregrinos y turistas que acuden a Tierra Santa.
Para permitir la operación de Halo Trust, fue necesario también un acuerdo entre los gobiernos de Israel y la Autoridad Nacional Palestina. Este acuerdo dará luz verde al proyecto de la construcción de un parque nacional con acceso a las tres religiones establecidas en este lugar sagrado.-