Un nuevo reporte de Ayuda a la Iglesia en Necesidad ha revelado las impactantes atrocidades que se comenten contra mujeres y niñas cristianas.

Este es la advertencia en el último reporte, ‘Escucha su Llanto’, que presta atención particular a los secuestros, las conversiones forzadas y el abuso de niñas y mujeres cristianas.

«En su fase más extrema, las conversiones forzadas de mujeres y niñas cristianas se han convertido en genocidio, con los jihadistas tratando de asegurar la destrucción de las minorías religiosas», dice el reporte.

Pero la escala mayor del problema «se mantiene oculto» debido a la falta de denuncia, por las familias y víctimas que tienen mucho miedo a hablar debido a la vergüenza social, amenazas y en algunos casos, el silencio de parte de las autoridades que están del lado de los atacantes.

El problema prevalece especialmente en Nigeria, dónde se estima que el 95% de las mujeres y niñas cristianas atacadas son retenidas por extremistas Islámicos.

Otros países mencionados por el reporte son Paquistán y Egipto.

El reporte fue publicado en el Miércoles Rojo, que cada año se encarga de fomentar el conocimiento acerca de la persecución contra los cristianos.

El mensaje del reporte fue escrito por Maira Shahbaz, una adolescente paquistaní que fue secuestrada y forzada a casarse con un musulmán; además la convirtieron al Islam sin su consentimiento.

Ella fue abusada varias veces antes de lograr escapar, pero ahora junto a su familia deben esconderse debido a las amenazas de muerte que reciben de parte de sus secuestradores. La familia está solicitando asilo en Reino Unido.

«Toda mi familia -mi madre, hermanas, hermano y yo- estamos escondidos, encerrados en un cuarto. Mis atacantes nos han estado buscando por todas partes», dijo Maira.

Ella pidió que los cristianos alzaran la voz en su favor y de todas las muchachas como ella.

«Sé que hay muchas otras niñas, no sólo cristianas, que están sufriendo cautiverio, violación, conversión y matrimonio forzados; no sólo en Paquistán sino en otros países alrededor del mundo. ¿Quién nos ayudará? ¿Quién hablará por nosotros? ¿Quién se interesará por nuestra situación?», remarcó.

«Gracias a AIN y a todas las personas que hacen su mayor esfuerzo para protegernos y ayudarnos. Estoy agradecida por sus oraciones. Y por la publicación de este reporte».

«Por mucho tiempo, el mundo se ha quedado en silencio. Por mucho tiempo hemos sufrido en silencio -la libertad y la fe han sido pisoteadas. Las niñas y mujeres han sido tratadas peor que criminales. Pero al menos ahora podemos hablar. Los que sufren pueden hablar ¿No es tiempo ya de que el mundo escuche nuestros llantos?».