Hace dos años el 21 de abril, los creyentes en Sri Lanka estaban celebrando el Domingo de Pascuas cuando el país fue conmovido por los ataques a cristianos más mortales en años. Las fuentes oficiales reportaron 267 muertes, y más de 500 heridos.

Los seis ataques iniciales, perpetrados por bombarderos suicidas islámicos ocurrieron en la Iglesia San Antonio de Colombo, la Iglesia San Sebastián en Negombo, la Iglesia Sion en Batticaloa, y en tres hoteles de lujo.

En el ataque a la Iglesia Sion, Debbie, una residente local, perdió a sus padres y también quedó ciega. Rebeca, tía de Debbie, sufrió serías quemaduras en todo el cuerpo y paso por numerosas intervenciones quirúrgicas. Los voluntarios locales de Puertas Abiertas recientemente visitaron a Debbie y a su familia.

La primera vez que el equipo conoció a Debbie poco después del ataque, ella no podía caminar debido a las heridas y dependía de su tía y abuelos para moverse en la casa. Dos años después, Debbie es capaz de manejarse por sí sola en el hogar. Ella incluso preparó un barquito de papel para recibir al equipo.

Rebeca se encontraba en la biblioteca de la Iglesia con la mamá de Debbie, cuando la explosión golpeó el edificio. Ella aún espera pasar por más cirugías, que han sido pospuestas por la pandemia en el país. Debido a las quemaduras, Rebeca no puede mover los dedos de su mano izquierda.

«Los doctores dijeron que mis dedos no volverán a moverse como antes, pero que recuperaré algo de movilidad después de la cirugía», dijo. Sus heridas la han confirmado a quedarse en su casa por un largo tiempo.

Los trabajadores locales de Puertas Abiertas se han estado ocupando de las víctimas del bombardeo de Pascuas, entregando paquetes, proveyendo ayuda práctica, reemplazando vehículos destruídos en el ataque, y ayudando en la vida diaria a quienes de vieron afectados en sus negocios o trabajos.

La investigación detrás de los bombarderos de Pascuas causó recriminaciones contra las autoridades de Sri Lanka. La Comisión Presidencial de Investigación (PCOI), formada para investigar los ataques, completó los trabajos y remitió su informe final al entonces presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, en febrero. El reporte condenó al Servicio de Inteligencia del Estado y a su ex líder, Nilantha Jayawardena, por fallar en prevenir los bombardeos. El presidente formó otra comisión para estudiar los hechos y recomendaciones del anterior reporte.

El Sr Jayawardena, sin embargo, testificó ante la comisión que cuando recibió informes sobre un posible ataque, le informó al Presidente de inmediato. Algunos miembros de la oposición comenzaron a pedir el arresto de Maithripala Sirisena, quien además de ser el Presidente era el Ministro de Seguridad Pública en el momento del ataque.

Muchas personas han criticado el reporte de la PCOI diciendo que está más enfocado en demostrar cómo el ataque se pudo haber prevenido que en develar los responsables del mismo, y las autoridades aún no han tomado acciones al respecto.

Julia Bicknell, quien ha seguido el caso y analiza la lista de Puertas Abiertas, dice: «Se supo inmediatamente después de los ataques, que hubo un quiebre en las comunicaciones entre las oficinas del Presidente y del Primer Ministro debido a la lucha política, lo que significaba que el Primer Ministro no creía que las advertencias fueran ciertas».

La publicación del reporte fue dilatado varias veces y en el camino se formaron varias comisiones. Mientras tanto, las familias de la víctimas continúan buscando justicia, así como sanidad».

 

Fuente: Christian Today