Un grupo de musulmanes radicales quemaron y saquearon las casas de 80 familias cristianas en el pueblo de Al-Baida, en Egipto. El objetivo era castigarlos por tratar de convertir uno de los edificios del pueblo en una iglesia.

International Christian Concern, que monitorea la persecución de los cristianos de todo el mundo, informó que los hombres salieron de la mezquita local después de sus oraciones del viernes, gritando: “De ninguna manera habrá una iglesia aquí”.

egipto2013-07Los cristianos son una minoría, que tienen que viajar a la aldea más cercana para asistir a los servicios porque no hay iglesias en Al-Baida. Enfurecidos por el conocimiento de los planes para abrir una iglesia, los islamistas irrumpieron en la casa de un cristiano llamado Naim Aziz, destruyeron todos los materiales de construcción, agredieron tanto al propietario de la residencia como a su primo, Mousa Zarif.

No satisfechos con esto, saquearon y quemaron todas las casas y propiedades de las familias cristianas conocidas, obligando a 80 familias a huir del lugar.

 

La violencia viene en aumento

La presión sobre los cristianos ha aumentado en Egipto. El mes pasado también informamos en La Gaceta Cristiana que una mujer cristiana de 70 años fue desnudada, golpeada y arrastrada por las calles públicamente (Haga click aquí para leer la noticia).

Los atacantes, un grupo de unos 300 hombres musulmanes también incendiaron siete casas pertenecientes a familias cristianas en un pueblo del sur.

Attiyah Ayad, un agricultor de 58 años de edad de un pueblo cercano, que fue testigo del ataque, describió cómo la multitud coreaba “hay que expulsar a los infieles”, tras haber saqueado y quemado los hogares cristianos, uno de los cuales pertenecían a sus parientes. Aseguró que estaban armados con armas de fuego, cuchillos y palos.

“Vaciaron cada uno de sus cargadores, disparando al aire para aterrorizarnos”, dijo Ayad, que sufrió una lesión en la cabeza tras ser golpeado con la culata de un rifle y su hijo Ayad, de 30 años, sufrió una herida de cuchillo profundamente en su hombro izquierdo.