El 21 de Enero, un tornado azotó Hattiesburg y Petal, Mississippi, arrancando el techo de la señora Shirley Chatman. Aunque ella y su familia lograron salvar lo más valioso que había en el hogar, temía que no pudiera cubrir la casa antes de que la lluvia llegara.

Afortunadamente, no necesitó preocuparse, porque ella y su familia no tuvieron que hacer todo el trabajo solos -Samaritan’s Purse llegó justo a tiempo para ayudar.

«No podíamos hacer esto solos,» dijo Shirley mientras voluntarios de Samaritan’s Purse cubrían nuevamente su techo y la ayudaban a limpiar dentro del hogar. «Se obtienen más fuerzas si se trabaja juntos -mas fuerza física, mental y espiritual.»

Esa fuerza extra significó muchísimo para otra residente de Hattiesburg, Youlunda Michel.

«Esto fue enviado desde el cielo,» refiriéndose a los voluntarios de Samaritan’s Purse que limpiaban su patio quitando ramas caídas. «Yo estaba sentada observando todo, sintiéndome triste y deprimida. El patio limpio ayuda a que las cosas vuelvan a la normalidad, al menos que se asemejen un poco más a como eran antes del tornado.»

Pero con su casa severamente dañada, volver a la normalidad será un largo proceso.

El voluntario Johnny McCrary, que trabajó en la casa de Youlunda’ dijo : «Me rompió el corazón ver todo esto.»

Johnny y su esposa Kathy, viven cerca de Petal, Mississippi, donde también se registraron daños por el tornado. Kathy es voluntaria en Samaritan’s Purse desde el tornado de febrero de 2013 en Hattiesburg.

«Tristemente, después de los tornados y del Huracán Katrina, hemos adquirido experiencia en desastres,» dijo Johnny. «Trabajamos unidos. Aún, cuando es la tercera vez que participamos bajo estas circunstancias, nos sentimos profundamente conmovidos al tratar con los vecinos y ver la devastación.»

 

AYUDÁNDOSE UNOS A OTROS

Una docena de jugadores de fútbol americano de la Universidad William Carey, también se unieron al voluntariado de Samaritan’s Purse, para ayudar a su comunidad.

El jugador Paul Bracken de Dublin, Irlanda, casi resultó herido durante el tornado, cuando salía del campo de juego y el viento arrastró su auto, golpeándolo y haciendo que volcara.

Paul y otros tres compañeros de la WCU, ayudaron como voluntarios a Ramona Cárter y a su esposo Leeroy, recolectando la mayor cantidad de pertenencias de la familia de Leeroy. La casa estaba bastante dañada y la lluvia se metía por los agujeros del techo.

«De esto se trata, de empujar todos para el mismo lado,» dijo Leeroy.

El entrenador Ross Brooks lideró el equipo de voluntarios de Presentación de la Biblia a los Carters. Cada residente recibió una Biblia de Estudio Billy Graham firmada por los voluntarios.

 

UNIENDO A LAS PERSONAS

En las cuadras lindantes a la Universidad William Carey, es difícil encontrar una estructura que no haya sido afectada por el tornado.

«La tormenta se desató en medio de la noche y duró unos 30 segundos,» dijo Nathaniel Hibbler, quien vive a una cuadra de la universidad. «Pero no pudimos ver el daño de inmediato porque estaba oscuro. Cuando el día llegó, fue como si alguien hubiese dejado caer una bomba.»

Los árboles altos que una vez fueron de sombra para la propiedad de los Hibbler, se convirtieron en proyectiles durante la tormenta.

El hijo mayor de Nathaniel, Shawn, vive al lado de sus padres y tuvo que refugiarse con ellos durante la tormenta. Su casa sufrió daños en la estructura y árboles le cayeron encima.

Voluntarios provenientes de siete estados ayudaron a los Hibbler en la reconstrucción. También se encontraba ayudando Leslie Camp, quien se acababa de mudar de Georgia a Mississippi, ésta era su primera vez como voluntaria.

«Amo el ministerio Samaritan’s Purse,» dijo Leslie. «Estoy agradecida de poder servir a la comunidad de esta manera.»