Samaritan’s Purse, uno de los grupos mas grandes de ayuda humanitaria evangélica, ha detallado sus esfuerzos de expandirse en Bangladesh, para ayudar a los musulmanes Rohingya refugiados, revelando que han tenido interacciones positivas y una apertura al Evangelio.
Ken Isaacs, vicepresidente de los programas y las relaciones gubernamentales de Samaritan’s Purse, dijo que en Bangladesh, donde el grupo de ayuda está proveyendo asistencia médica y de otros tipos, el objetivo de los cristianos y los obreros es ser las manos y pies de Jesucristo.
«Yo pienso que están muy agradecidos, parecen no tener problema. La atmósfera en el campo no es hostil. Hay mucha calma,» dijo Isaacs acerca de la reacción de los musulmanes refugiados al ser ayudados por una organización humanitaria cristiana.
«Yo creo que hay una puerta abierta parael Evangelio. En poblaciones cerradas, se debe ser respetuoso, no invadir al otro. La gente responde al amor y sienten el amor, y si es genuino, un amor verdaderamente cristiano, ellos lo verán y empezarán a cuestionarse. Esto abre puertas que ningún hombre puede cerrar,» agregó.
Isaacs explicó que tuvo la oportunidad de compartir parte del Evangelio con los refugiados allí. Les contó la Parábola del Buen Samaritano, de Jesucristo, y de la misión de Samaritan’s Purse.
«Creo que lo que importa ahora es estar aquí, ser las manos y los pies de Jesús, y creo que Dios dará las oportunidades y construirá plataformas,» remarcó, «aún cuando eso no suceda hoy, mañana o la semana entrante.»
Isaacs, quien tiene mas de 29 años de experiencia en ayuda humanitaria internacional, reveló que algunos cristianos de Bangladesh «han estado orando por los Rohingya por mas de 50 años.»
«Esta es una siembra a largo plazo, y ahora que los Rohingya han venido a Bangladesh, Dios tiene un plan. De eso estoy seguro.»
Cerca de 620,000 Rohingyas han huido a Bangladesh desde Myanmar en los últimos tres meses, debido a las torturas, los asesinatos y las violaciones. Las NacionesUnidas y los gobiernos mundiales argumentan que la violencia ejercida contra este grupo parece ser una limpieza étnica.
Entre las víctimas se incluyen hombres, mujeres y niños; según los grupos de derechos humanos, las fuerzas de Myanmar queman las casas de las minorías étnicas, obligándolas así a dejar el país.
El país con mayoría budista ha negado las acusaciones de limpieza étnica, sin embargo ni siquiera quiere mencionar la palabra ‘Rohingya’.
A la minoría musulmana se le ha negado la ciudadanía y enfrenta discriminación hace décadas en Myanmar, pues se considera que este grupo no forma parte del país.
La tensión ha escalado a nuevas alturas en Agosto cuando separatistas Rohingya supuestamente atacaron a la policía y a una base militar en el estado de Rakhine, desatando el furor de las fuerzas y dando como resultado un éxodo masivo.
Isaacs dijo que ha escuchado historias terribles de los refugiados, quienes cuentan como el ejército quemó por completo sus casas y aldeas.
También oyó de asesinatos, y de personas quemadas, algunas de tan solo 12, 13 y 14 años. Algunas desaparecieron.
«No sabemos si están muertos o han sido llevados para ser traficados y esclavizados,» dicen los refugiados acerca de sus niños.
En el campo, dijo Isaacs, «estamos haciendo varias cosas. Hay un hospital cristiano en Malumghat, equipado para cirugías de alta complejidad.»
«Tenemos una guardia para los Rohingya con 24 camas, y ahora estamos construyendo una segunda guardia para cuidados de cirujanos, doctores y enfermeras, y así mantener la capacidad del personal,» explicó Isaacs.
Isaacs destacó que Samaritan’s Purse está negociando con International Organization for Migration para tomar el control de dos zonas de campos de refugiados, lo que serían un total de entre 40,000 a 60,000 personas.
El grupo podrá proveer de ayuda médica y nutricional, que son grandes necesidades entre los refugiados. El Gobierno de Bangladesh está «haciendo un gran trabajo» al recibir a los refugiados, y las fuerzas de seguridad están ayudando en todo lo pueden, destacó Isaacs.