Músico de Rock Cristiano, David Zach, de la banda Remedy Drive, hace un recuento de las experiencias más impactantes que ha tenido, cuando estaba de encubierto en un operativo para ayudar a rescatar a jovencitas víctimas de tráfico sexual en Asia y América Latina.
En los últimos cuatro años, Zach ha pasado la mayor parte de su tiempo de encubierto en zonas rojas y burdeles, buscando evidencias de tráfico sexual. Zach se unió a Matt Parker, fundador de una organización que lucha contra el tráfico humano, el Camino del Éxodo, para recabar información y pruebas de la esclavitud sexual.
Sus descubrimientos hicieron un camino para llegar a una unión con la autoridades locales y hallanar algunas de las locaciones donde se daba el tráfico ilegal. Hasta el momento, su trabajo ha derivado en 927 rescates y 398 arrestos. En total, el Camino al Éxodo ha realizado más de 63 operativos en 12 países.
«Hacer el trabajo para hallar evidencia de tráfico sexual es algo que pesa en el corazón. Aparecen tantas emociones disruptivas que están justo debajo de la superficie, porque estoy en extremo contacto con el drama profundo. Los viajes que realizo son usualmente al sudeste de Asia o a Latinoamérica, pero El Camino del Éxodo opera en Estados Unidos, India y Medio Oriente también,» cuenta Zach acerca de su trabajo en la organización.
El objetivo de nuestro trabajo es obtener evidencia contundente del tráfico sexual, que luego será usada para llegar a los allanamientos y arrestos de aquellos que operan estas redes y rescatar a las chicas que fueron vendidas,» explica. «El Camino del Éxodo ha rescatado a 900 sobrevivientes de la trata de personas hasta ahora, contribuyendo a desmantelar el crime de mafias que comercian con las jovencitas y los jovencitos.»
Según el Índice Global de Esclavitud, se estima que existen 45.8 millones de esclavos modernos en la actualidad.
A continuación, Zach detalla algunas de las situaciones que vivió estando en los operativos de encubierto como potencial cliente:
Cada noche luce un poco diferente. A veces hablamos con distribuidores de droga de África en las calles del sudeste de Asia; ellos también controlan a las jovencitas que vienen de África, y que a veces están junto a ellos, sentadas en la acera de una calle que transitada. Pretendemos ser potenciales clientes. Somos escoltados por algún matón a un piso escondido de algún edificio, donde se encuentran chicas de todas partes del mundo siendo vendidas en cada cuarto.
Hay clubes de baile o karaokes donde se encuentran docenas de chicas, ya sea en el esceno sentadas junto a clientes que les doblan la edad y el peso.
En algunos lugares tienen a las chicas detrás de un vidrio como si estuvieran en un acuario y hombres de todo el mundo están sentados frente a los vidrios, fumando y bebiendo, y eligiendo chicas por el número que llevan en sus bikinis. Esto a veces ocurre en la jungla de las ciudades o en un pueblo alejado de la urbe. Pero, en general trabajo en las grandes ciudades donde el tráfico sexual es un mal de grandes proporciones.
Las chicas son, generalmente parte de masivas migraciones de lugares alejados a los centros de las ciudades. Estamos aquí para identificar y capturar evidende jovencitas menores de edad o jovencitas que fueron raptadas contra su voluntad. Hay una timidez en los ojos de muchas de ellas pero a la vez una mirada desafiante que me sorprende. Por circunstancias fuera de su alcance, están atrapadas en este ambiente, en las calles, en los clubes o en algún hotel; siendo controladas por alguien más, siendo vendidas por sexo, trabajando para pagar una deuda que no es de ellas.
Hay una chica en particular que me impactó. Tal vez tenga 14 años. Tiene frenillos en sus dientes. Es muy tímida y carga con un número en su bikini. Pedí hablar con ella y quien estaba a cargo de su venta me la trajo. Le dije que quería llevármela conmigo por una hora. En su idioma dijeron algo pero no pude comprenderlos.
Mi traductor analizó la evidencia en audio al día siguiente. El vendedor le dijo a la joven, «Debes ir con este hombre». La jovencita dijo «no quiero». Entonces el hombre replicó, «Tienes que empezar a ir con los clientes, el dueño del bar lo exige.» Ella replicó,»Pero puedo ganar suficiente dinero sólo vendiendo tragos y bailando». Él hombre exigió, «No, debes pagar la deuda de tus padres». Finalmente, el vendedor me dijo en un Inglés muy precario que volviera en una semana, y entonces estaría lista para mí.
La historia de esta jovencita es la historia de muchas que he conocido. Han sido entregadas por sus propias familias. Forzadas, por coerción y manipulación, llegaron aquí simplemente por la pobreza de sus familias. Ella está avergonzada. Extraña a su madre. Extraña los atardeceres en la montaña. Y parece como si se hubiera resignado a esta vida, aún sin darse cuenta todavía lo terrible que es.
A veces las personas que venden a sus hijas están directamente conectadas con las organizaciones del crimen; a veces son los empleados de los burdeles o clubes bailables y parte de su trabajo es negociar precios por sus propias hijas.
El mecanismo de cómo todo esto sucede, quiénes toman a las chicas de sus países, cómo terminan en los burdeles, son las que el trabajo investigación busca descubrir, para facilitar a las autoridades locales su lucha contra estos criminales.
Cuando esto sucede,contribuimos a un cambio sistemático en la región y estamos mandando un mensaje a las organizaciones criminales de que alguien está vigilando. Aún cuando todo el mundo mira hacia otro lado, alguien está en la búsqueda de estos hijos e hijas.
En abril, el sitio web de publicidad clasificada Backpage.com, conocido por ofrecer servicios sexuales -aun de niños, fue multado por las autoridades judiciales, y un anuncio publicado en la página aseguraba que todos sus clientes también estaban bajo la multa, una acción ejemplar en la lucha contra el tráfico sexual.
«La trata de personas luce diferente en todo el mundo. En India, descubrimos un burdel instalado debajo del piso, literalmente,»diijo Zach.
«Aquí en América, celebramos la acción en contra de Backpage, un sitio conocido por su oferta de prostitución. Esto envía un mensaje similar. Si intentas ganar dinero vendiendo a alguien para explotarle sexualmente, vamos a intervenir,» continua Zach.
El 11de Abril, el Presidente Donald Trump firmó una ley con gran ayuda de diferentes partidos, que expande la lucha contra el tráfico humano. Conocida como la Ley contra el Tráfico Sexual Online, Trump firmó la ley junto a los sobrevivientes de la trata de personas.
Zach contó que estaba muy conmovido por sus misiones de encubierto, tanto que grabó su último álbum de Remedy Drive, Estrella del Norte, en los edificios del sudeste asiático, muchos en las zonas rojas de la ciudad. Su esperanza es que las melodías inspiradas en la devastante realidad que sugren las víctimas de esclavitud sexual, motiven a otros a involucrarse por la justicia.
El Camino del Éxodo ha reportado que su equipo y voluntarios junto a las autoridades locales alrededor del mundo,han visto su mejores resultados en Abril.
«En abril llevamos adelante nueve misiones muy exitosas en el sudeste asiático, India, y América Latina. ¿y la mejor parte? 19 personas son libres ahora y 12 perpetradores han sido arrestados,» celebró la organización en Instagram.
Además, la organización trabaja en conjunto con Ágape Internacional y Rapha House que emplea sobrevivientes de tráfico humano, ofreciéndoles trabajos y enseñándole oficios.