Helen Williams explica que el pedido de los folletos de las Escrituras en Europa ha aumentado, “Escuchamos políticamente que es una situación difícil, sin embargo, es una puerta abierta para el Evangelio.”
En Alemania, un equipo de cristianos estaba esperando que llegaran los sirios apra poder compartirle el evangelio.
En Helsinki, Finlandia es el mismo caso, los cristianos esperan que los refugiados bajen del tren y les comparten de los folletos bíblicos.
“Creo que, si la gente tiene los ojos abiertos, va a encontrar personas que le encantaría tener la palabra en su idioma, y que nunca he entendido por completo el mensaje», dice Williams.
La situación en Europa no es la única que necesita del Evangelio, hay personas que nos rodean cada día, que por una u otra razón, nunca han escuchado la Palabra de Dios.