Permila Tirkey, de 39 años de edad, es una mujer cristiana de nacionalidad india. Fue contratada por una familia inglesa para cuidar a sus hijos. Permila trabajaba 18 horas, siete días a la semana, dormía en un colchón de gomaespuma, vivía en condiciones inhumanas, y también los dueños de casa, le prohibieron expresar su fe en público.
Permila Tirkey es procedente de Birhar, uno de los estados más pobres de la India. Sus abogados argumentaron que sus jefes, Ajay y Pooja Chandhok, discriminaron a su empleada, negándose a cubrir sus necesidades más básicas como ropa, un sitio donde dormir, además de prohibirle traer su Biblia desde la India, y durante el tiempo que vivió en la casa con ellos, no le permitieron ir a la iglesia, ni llamar a su familia.
Por todo esto, los abogados de Permila Tirkey informaron que esta mujer cristiana, acaba de ganar el primer caso de discriminación por clase social del Reino unido, y recibirá 184.000 libras (casi 250.000 euros) de indemnización.
Según informó el periódico inglés, The Guardian, el trabajo de Tirkey “consistía en cocinar, limpiar y cuidar de los niños de la familia. Vivió así durante cuatro años. Además, sus jefes le confiscaron el pasaporte”.
“Una clara violación de la dignidad”
Los abogados defensores de la mujer cristiana india explicaron que un tribunal británico ha fallado a su favor, y manifestó que las condiciones de vida de esta trabajadora en estos cuatro años fueron “una clara violación de la dignidad”.
La alegría de la favorable sentencia hizo que Permila celebrara con un comunicado en el que expresó: “Quiero que la opinión pública sepa lo que me ha pasado, porque es algo que no le debe pasar a nadie. El estrés y la ansiedad que genera una situación así destruye a cualquiera. Ahora, nuevamente puedo sonreír porque me siento libre de esta situación”.
En el marco de las investigaciones instruidas por el Tribunal se descubrió que los jefes de Tirkey, que son hindúes, viajaron específicamente a la India para encontrar a alguien sumiso, que no protestara por esas condiciones de trabajo.
Entre las investigaciones se pudo saber que Tirkey es Adivasi, una de las castas más bajas de la India, que “están para servir” y por eso fue elegida por los Chandhok para servir en su casa.
Discriminación de cristianos
En India, los cristianos pertenecientes a las castas más bajas llevan años sufriendo discriminación, tanto dentro como fuera de este país asiático.
Recientemente, el gobierno indio le quitó a los creyentes Dalists, -la casta más baja en India-, sus derechos sociales sólo por el hecho de convertirse al cristianismo; al mismo tiempo que les ofreció a casi 25 millones de Dalits, que si se convertían al hinduismo tendrían la posibilidad de disfrutar de nuevo de todos sus derechos.-