Estados Unidos rinde homenaje a Martin Luther King cada tercer lunes de enero, este año 2015 el día 19. Es una de las pocas fiestas nacionales. De esta manera, todos los norteamericanos recuerdan y rinden homenaje al hombre asesinado hace 47 años por defender que todos los hombres, blancos y negros, han sido creados iguales y a imagen de Dios, y por lo tanto ante la Ley.

Pastor evangélico y activista político, Premio Nobel de la Paz en 1964, Martin Luther King Jr. nació en Atlanta (Georgia) el 15 de enero de 1929. Fue pastor bautista, como también lo fueron su padre y su abuelo.

Martin Luther King (MLK) se graduó en el Crozer Theological Seminary en 1951 y recibió su Doctorado de Filosofía Ph.D. de Boston University en el año 1955. En 1954, King fue elegido pastor de la Iglesia Bautista de Dexter Avenue en Montgomery, Alabama, liderando el boicot al bus de Montgomery en 1955. En 1957 participó en la fundación de la Conferencia Sureña del Liderazgo Cristiano (SCLC, siglas en inglés), creado para organizar el activismo por los Derechos Civiles.

LA FE DE Martin Luther King

A menudo no se menciona la relación entre la fe de Martin Luther King y su actividad social y política ¿hasta qué punto estaban unidas? Abordamos esta cuestión de la relación de la fe y la obra de MLK con el periodista y teólogo español José de Segovia.

En su análisis explica que MLK fue formado en la “teología liberal blanca” con énfasis en el activismo social, más allá de lo que se entiende como un cristianismo ortodoxo. “Pero en sus momentos de crisis en su lucha social siempre volvía a la fe ortodoxa evangélica”, por lo que lo ve como un continuo buscador de reencuentros con la fe que vivió de niño, “conviviendo en tensión ambas experiencias, la intelectual o racional que duda y la vivencial que quiere arraigarse en lo básico de la fe cristiana en Jesús”.

«YO TENGO UN SUEÑO»

Se cumplen ahora 50 años de su famoso discurso “Yo tengo un sueño”, un discurso social y político, afirma De Segovia, pero “lleno de esperanza que sólo puede ser de origen divino”, con frases en las que existe “la fuerza de las palabras de carácter bíblico, y una visión que creo que venía de Dios”.

En este sentido, y sobre todo ante la radicalización que suponía Malcom X, sólo la fe de MLK le sirve para salir adelante, y en esto “creo que debemos ver la providencia de Dios, que abrió el camino entre la tibieza blanca y el radicalismo violento negro”.

Podríamos decir que es la visión social del Evangelio, y la injusticia social que entra en contradicción con el mensaje bíblico lo que lleva a MLK a enfrentar el problema de la injusticia con los negros”. El ve a todos los hombres como iguales, y busca un proceso pacífico de lucha por los derechos civiles que es sumamente complicado y difícil, y que le supuso una tensión enorme, que sin duda influyó en los errores que cometió («sin que esto le justifique»).

Pero entiende De Segovia que debemos reconocer que había una inspiración cristiana en su vida y actividad, aunque también tenía dudas sobre algunos aspectos concretos de la fe cristiana, él desde luego “vivió su activismo como una misión de parte de Dios”.

Fuente: Protestante Digital