Una nueva ley en el idioma de Ucrania ha puesto en aprietos a ciudadanos de habla rusa. Comparando con las restricciones de la era Soviética, una emisora cristiana está siendo relocalizada a Budapest, Hungría.
“No quiero que mí equipo sea arrestado al aire por leer la Biblia en ruso”, dijo Dan Johnson, presidente de la Radio Cristiana para Rusia, que opera la Radio Nueva Vida (NRL) en Odesa, Costas del Mar Negro. “Esperábamos que sean bombas las que dieran de baja nuestra radio, pero fue el poder judicial”.
El mes pasado, misiles rusos tocaron tierra a una milla del estudio de radio.
Pero a principios de julio, el Presidente Volodymyr Zelensky estableció una prohibición total sobre la radio y televisión para la música rusa. Al pasar por el Parlamento y con la mayoría de la cámara, se permitió simplemente a la música pre-independentista cómo Tchaikovsky y Shostakovich, así como a compositores modernos que se pronunciaron en contra de la guerra.
Cerca del 65% del tiempo en el aire de la NRL es música. Aunque los himnos locales cristianos han inspirado a muchos durante la guerra, Johnson dijo que la mayoría de la música de adoración contemporánea está en ruso, aún algunas que han surgido de Ucrania.
Una encuesta nacional del 2021 identificó el 22% de la población ucraniana cómo nativos del idioma ruso, con el 36% hablando la lengua en sus hogares. Concentrado en el este de Donbas y las regiones surestes, donde las tropas rusas han priorizado el ataque, hay temor de que Moscú esté preparando el anexo de las áreas ocupadas.
Johnson ya ha huido de restricciones anteriormente. Se mudó a Rusia en 1991 y en 1996 comenzó su ministerio de radio en Magadan, ciudad en el Archipiélago Gulag. Fue hechado en 2006, y continuó con su trabajo desde Moscú, transmitiendo a través de la ex Unión Soviética. Pero cómo la campaña contra la prensa libre y los ministros evangélicos se endureció, en 2019 se reubicó otra vez.
Odessa prometía una atmósfera de libertad -hasta ahora.
“No hay gobierno en el mundo que pueda detener el Evangelio” dijo Johnson. “Nos volveremos a organizar”.
NRL renta sus estudios y transmite de manera satelital y virtual, simplificando sus operaciones. Budapest fue elegida por su población cristiana rusa, según Johnson, que le da la bienvenida al ministerio radial.
Mientras tanto, NRL continúa produciendo contenido en ruso, encriptando la señal para transmitir fuera del país. Esto debería satisfacer a la ley, dijo él, mientras recauda fondos para construir un canal de lengua ucraniana en Odessa. Entonces, al ser una emisora ucraniana, él espera obtener la licencia, tanto para radio satelital como de internet.
“Espero que las autoridades nos deben tranquilos”, remarcó.
Sergey Rakhuba de Misión Eurasia llamó lo de la NRL, ‘un daño colateral’.
“Creo en la libertad de expresión”, dijo; “pero esto es un estado de guerra”.
Como hablante nativo de ruso, Rakhuba ha visto en su ministerio el creciente escrutinio sobre libros en los territorios ocupados. Además, también se han restringido las importaciones de la literatura rusa a otras naciones.
Oficiales tomaron nota de las Biblias y traducciones de devocionales de niños al Polaco, para repartirlo en Donbas. Al ser identificado como material cristiano, dejaron pasar la literatura con la firma del Pastor.
Misión Eurasia todavía es bienvenida en imprimir material ruso, dijo Rakhuba, pero hay muy poca demanda. Las Iglesias están, voluntariamente, cambiando sus sermones al Ucraniano, mientras que la Unión Pentecostal ha dejado el ruso oficialmente en todas sus reuniones.
“El gobierno está haciendo todo lo posible para limitar la propaganda rusa”, dijo Rakhuba, “pero la gente también desea mostrar su lealtad”.
Muchos están dispuestos, aún con luchas para aprender el idioma, dijo Víctor Akhterov, coordinador mayor para Eurasia (FEBC). Antes de la invasión, la emisora de radio cristiana global -que transmite a más de 149 estaciones en 50 países – operaba siete estaciones FM en Ucrania, en su mayoría en áreas de habla rusa- y se agregaron Zaporizhzhia en abril y Kyiv a principios de este mes.
Dos han cerrado por causa de la guerra.
Los invitados siempre saludan en Ucraniano y luego preguntan si pueden continuar en ruso la transmisión. Pero el idioma de emisión ha cambiado con el tiempo, reflejando la política nacional.
“Anticipamos la respuesta del gobierno (por el movimiento separatista en Donbas 2014)”, dijo Akhterov, “y tratamos de ajustar para seguir la tendencia”.
Fundada en 1945 con énfasis en China, la FEBC comenzó a transmitir a Ucrania en 1949 y de manera local en 1993. Veinte años después, abrió su primera estación en Donbas, ciudad de Sloviansk, que había sido capturada por fuerzas rebeldes rusas en 2014.
Cuatro de sus voluntarios fueron ejecutados.
En aquel tiempo, la emisión local de FEBC tenía orientación en idioma ruso con un 20% de su contenido en Ucraniano, con el objetivo de aumentar en el tiempo. Antes de la invasión rusa, el contenido en Ucraniano había llegado al 75%. Los que llamaban, dijo Akhterov, podían hablar en el idioma que deseaban.
Es lo mismo para los ciudadanos -aunque la esfera pública ha cambiado.
En 2012, Ucrania le dió a los idiomas minoritarios el status oficial para su uso en las cortes, escuelas y otras instituciones gubernamentales, en áreas donde su uso pasaba el 10%.
Pero en 2015, se ordenó quitar el ruso de aeropuertos y estaciones de trenes, y en 2016 se estableció los primeros parámetros para la radio Fue en esa época que la FEBC tomó la decisión “estratégica” de cambiar primariamente al Ucraniano.
Para el 2019, la ley 2012 había sido remplazada y se requería usar el ucraniano en casi todos los aspectos de la vida pública, mientras que los medios de comunicación debían incluir la versión ucraniana junto con la de las minorías. Se daban algunas excepciones para varias comunidades étnicas, el inglés y otros idiomas europeos.
El ruso fue excluido.
Pero no hay ley que se implemente en su totalidad, dijo Akhterov. Cuando el gobierno consolidó los canales nacionales en marzo, continuó transmitiendo nuevos contenidos en ruso. La gente sigue teniendo libertad de hablar el idioma, y miles de ucranianos hablantes de ruso luchan fervientemente contra la invasión.
Y muchos están cambiando su primer idioma.
De la región de Luhansk, el sobrino de Rakhuba una vez realizó una campaña para preservar el ruso contra las políticas ucranianas. La semana pasada, el líder de Misión Eurasia fue sorprendido al recibir una carta de su sobrino escrita en “ucraniano puro”.
“No culpo a mí familia por cambiar”, remarcó Rakhuba. “El ruso ahora es visto como el idioma invasor”.
Akhterov dijo que para muchos, ahora es ‘doloroso’ hablar en ese idioma.
“Toda mí vida hablé y leí en ruso; escribí artículos y libros en ruso; prediqué en ruso”, dijo Sergey Nakul. “No puedo, simplemente hoy, cambiar al Ucraniano completamente”.
De todas maneras, no hay lamentaciones por los cambios al aire -especialmente porque los hablantes de ruso siguen siendo alcanzados. Los ministros afiliados continúan en los medios virtuales de Rusia y a través de las redes sociales, alcanzado a millones de ucranianos cada mes”.
FEBC tiene una ideología de mantenerse fuera de la política, según Akhterov. Pero a la hora de interactuar con los oyentes angustiados, las emisoras se muestran claramente del lado del pueblo Ucraniano.
En Rusia es más difícil. Las licencias para las estaciones FM en Moscú y San Petesburgo no han sido renovadas desde 2016, acelerando la transición a Internet del ministerio. Y hoy en día, los trabajadores afiliados de la FEBC no hablan acerca de los desafíos de estos tiempos de guerra. Su objetivo es preservar la audiencia de millones de personas -y sus oportunidades de acceder al Evangelio.
“Todos entendemos que Rusia vive bajo un manto oscuro de mentiras”, dijo Akhterov. “Pero no hacemos anti-propaganda; estamos ocupados proclamando la luz de Cristo”.
Para Johnson, el equipo de idiomas mixtos en la NLR representa un “dilema”.
“¿Cómo te sentirías si el gobierno discrimina tu idioma?” dijo él. “Las personas de ambos países nos observan para ver qué profesamos”.
Neutrales al aire, en privado unidos contra Putin y el diablo que perpetraron la guerra. Las críticas llegaron temprano respecto a cómo enfatizaron la paz, relacionada al Reino de Dios, dijo él, pero se buscó alentar la unidad entre los oyentes. Desde el día uno, ucranianos y rusos solicitaban himnos en sus respectivos idiomas y se alentaban mutuamente.
“Trabajamos para promover este espíritu 23 horas al día”, dijo Johnson.
Pero la batalla religiosa sigue entre los dos países.
La Iglesia Ortodoxa Independiente de Ucrania ha pedido al Patriarca Ecuménico Bartolomeo I que remueva al Patriarca Ortodoxo Ruso Kirill de su posición. La Unión Bautista Ucraniana ha llamado a sus colegas rusos a ser la “voz profética” en su lugar, lamentando la perdida de 400 iglesias.
La parte rusa está lejos de ser ideal. El mes pasado, el consejero de seguridad nacional pasó la resolución contra “influencias negativas” de asociaciones religiosas extranjeras. Y el 15 de agosto, varios miembros del movimiento Nueva Generación fueron arrestados; un año antes, la secta habla sido catalogada como ‘indeseable’.
Johnson reme que las políticas de guerra de Ucrania estén yendo en similares términos que el idioma, había la fe. Akhterov no concuerda. Y mientras la NRL se enfoca en fortalecer el nicho salvo, la FEBC se considera a si misma, una empresa misionera entre los incrédulos.
Pero mientras cada uno continúa en su ministerio en medio de la guerra, todos los esfuerzos se centran en la Biblia.
“Dejamos que las Escrituras hablen por nosotros, y así dejar una marca en los oyentes”, dijo Johnson. “Pablo es el mejor ejemplo de cómo vivir la vida cristiana que cualquier locutor de radio”.