Puertas Abiertas Alemania (Open Doors Deutschland) ha realizado un informe revelador titulado «Ataques de motivación religiosa a refugiados cristianos en Alemania» donde entrevistó a 231 refugiados que han sufrido algún tipo de discriminación o maltrato por causa de su fe. Los cristianos han sido acosados por otros refugiados musulmanes y por miembros de seguridad en los centros. La mayor parte son ex musulmanes convertidos al cristianismo y estos son quiénes sufren la mayor persecución.
Open Doors informó que el 86% (199 personas) eran conversos del islam al cristianismo, de los cuales el 60% se habían convertido en sus países de origen y el 29% en Alemania. En el 88% de los casos el maltrato provenía de refugiados musulmanes, mientras que el 49% de los casos la persecución religiosa vino de parte de los miembros de seguridad musulmanes de los centros. En Berlín, el 70% de los encuestados ha asegurado haber sufrido algún tipo de ataque por parte del personal de seguridad. De los entrevistados, el 69% procedían de Irán, el 13% de Afganistán y el 5% de Siria.
Lamentablemente, los ataques son regulares y continuados, ya que se han repetido más de una vez en el caso de 170 refugiados encuestados. Según declararon, los ataques se presentan de diferentes formas: insultos (42% de los encuestados), injurias personales (37%), amenazas de muerte (32%), robos (14%), discriminación en la distribución de ayuda (7%), otras amenazas (7%) y violencia física (3%). En el caso de las mujeres, aunque no se recogen testimonios directos de acoso sexual (supuestamente por miedo a denunciar públicamente tales actos), sí se mencionan al menos cuatro casos en los que las mujeres cristianas han sido lamadas “harzegi” (prostitutas), además de haber sido acosadas sexualmente por miembros musulmanes del equipo de seguridad.
Los 231 encuestados son solo una pequeña representación de la minoría de cristianos refugiados entre musulmanes, quiénes representan el grupo mayoritario. “He sido constantemente insultado en disputas con los musulmanes y atacado físicamente de forma que la policía tuvo que intervenir siempre. Los recuerdos de estos incidentes todavía me pesan de tal forma que desarrollé problemas sicológicos e intenté el suicidio…”, confesó un refugiado iraní.
Otro encuestado relata: “En el lugar donde nos pusieron los de seguridad no establecieron ningún orden. Cada mañana nos despertábamos a las 5 de la mañana por el sonido fuerte del Azan (la llamada matutina a la oración islámica). La situación empeoraba a la primera queja porque decían que era el derecho de los musulmanes. Además podían insultarnos con impunidad. En este lugar dos amigos míos recibieron amenazas de muerte. Les arrancaron del cuello sus cruces. Ya no llevan ninguna cruz sobre el cuello”.
Las burlas y amenazas de muerte han sido frecuentes: “Pintaron cruces y luego las tacharon con una ‘X’, insultándonos. Nos tiraban la basura enfrente de nuestra puerta. Practicaban con voz fuerte la oración matutina y la recitación del Corán. Tuvimos que abandonar el lugar donde nos alojábamos debido a las amenazas de muerte”. Como si fuera poco, también sufren durante las comidas y al recibir otros tipos de ayuda: “Cuando recibimos las pagas nos empujan hasta el final. Lo mismo pasa en la cocina donde siempre nos toca los últimos. A medianoche, mientras dormimos, golpean las ventanas y no podemos dormir por miedo…”. “He huido de mi propio país a Alemania esperando que mi vida fuese más segura de los peligros inminentes allí, pero me he visto incluso más amenazado en Alemania”, afirma otro refugiado.
Sólo el 20% ha denunciado los hechos a la policía. Con respecto al resto, el 45% no lo ha hecho por miedo a represalias, el 18% por las barreras con el idioma y el 9% por creer que no habrán resultados positivos. Además, es difícil encontrar testigos que testifiquen a favor. La mayoría de veces, los miembros musulmanes del equipo de seguridad han testificado en contra de las acusaciones.
PROPÓSITO Y METODOLOGÍA DEL INFORME
Las 231 encuestas cualitativas, que constan de 16 preguntas, se realizaron entre el 15 de febrero y el 4 de abril, aunque se siguen realizando a día de hoy para continuar con la investigación. La investigación tiene como objetivo evidenciar los ataques de origen religioso ya que hasta el momento no hay registros que confirmen la persecución religiosa en campos de refugiados en Europa y más concretamente en Alemania. Así lo confirmó otro estudio publicado en marzo por la Konrad Adenauer Foundation titulado “¿Cristianos bajo presión?” (“Christen unter Druck?”) en la que reconocía el incremento de los casos de persecución religiosa entre los refugiados en Europa.
Open Doors Deutschland ha pedido al Gobierno alemán que no prosigan con sus “experimentos de integración” a costa de los refugiados cristianos y otras minorías religiosas en los centros de recepción y asilo. En concreto, han propuesto un total de seis medidas a la canciller Angela Merkel, al Comisionado de Integración y a otras autoridades nacionales y regionales:
- El registro de la afiliación religiosa en el momento de recepción inicial y la trasferencia de dichos datos a la hora de traspasar a los refugiados a otros alojamientos.
- La adopción de un sistema de mezcla de los grupos de minorías religiosas para que la proporción de estas corresponda con la de musulmanes en centros compartidos.
- La provisión de alojamientos separados para cristianos y otras minorías religiosas que ya han sido víctimas de la persecución y la discriminación. Las autoridades deben abstenerse a la hora de bloquear categóricamente los centros de alojamiento descentralizados, especialmente si los mismos están disponibles para los cristianos afectados.
- El incremento adecuado del porcentaje de personal de seguridad no musulmán.
- La formación periódica para sensibilizar a trabajadores y personal de seguridad de centros de refugiados acerca de las razones detrás de los conflictos religiosos y la protección de las minorías.
- La asignación de contactos cristianos a los que los cristianos puedan acudir cuando se vean afectados por la persecución.
PUERTAS ABIERTAS Y LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS
En la actualidad, está en el corazón de los esfuerzos que realiza Puertas Abiertas, el fortalecer a los cristianos que tienen que convivir en comunidades hostiles, y esta organización cuenta con el apoyo de numerosas iglesias alrededor del mundo.
Actualmente hay más de 100 millones de cristianos en todo el mundo perseguidos por su fe. Puertas Abiertas ha estado trabajando durante más de 60 años como organización cristiana interdenominacional de ayuda a los cristianos perseguidos en más de 60 países. Cada año, Puertas Abiertas publica la Lista Mundial de la Persecución en las que se enumeran los 50 países donde los cristianos sufren mayor persecución. Además, la organización trabaja en cooperación con iglesias y colaboradores locales para apoyar a los cristianos perseguidos a través de proyectos socioeconómicos y ayuda de emergencia, formación, defensa social y legal, distribución de literatura cristiana y otros recursos cristianos, así como ayuda a familias de cristianos asesinados por su fe, entre otros campos de trabajo.
Asimismo, en los países donde existe libertad religiosa, Puertas Abiertas da voz a los cristianos perseguidos a través de un amplio abanico de medios y llamadas a la oración y al apoyo.