Un Pastor de jóvenes adultos junto a una mega iglesia de Texas, dijo que no cree que un verdadero cristiano pueda perder su salvación, a menos que renuncie a su fe, argumentando que cualquier noción que implique que los cristianos pueden perder su salvación sugiere que “El Espíritu Santo no puede mantener Su Promesa”.

J.D. Rodgers de la Iglesia Comunidad Watermark en Dallas, exclamó en un sermón del 26 de julio que no cree que Cristianos verdaderos y auténticos seguidores de Cristo puedan perder su salvación, una vez que han sido justificados, santificados y glorificados en Cristo.

“Si tu salvación se puede revocar, entonces dices que el Espíritu Santo puede retractarse, que el Espíritu Santo no puede mantener su Promesa de darte tu herencia divina”, dijo Rodgers.

“¿Cuál es esa herencia divina? Gloria. Vida Eterna. Juan 3:16 dice que recibiremos, como cristianos, vida eterna. Si hay algo que puedas hacer para que ese regalo de vida eterna sea removido, ¿Entonces fue verdaderamente eterno?”

Rodgers dijo que una vez que un cristiano le da su vida a Jesús, no hay nada que pueda hacer para perder su Salvación porque Jesús fue “un pago más que apropiado por la falta”.

“Él vivió en la tierra por 33 años. Después murió como pecador en la Cruz. Él fue colgado allí. Y en esa Cruz, Él se llevó todo pecado que podrías haber cometido contra Dios y que merecía la muerte. Él lo tomó y murió en tu lugar en esa Cruz. ¿Y si pones tu fe en eso, que sucederá? Serás justificado. Ahora eres cristiano porque has sido justificado por la fe”, dijo Rogers.

“Una vez nos oponíamos a Dios. Ahora, sin embargo, “porque hemos sido justificados por la fe, ahora tenemos paz para con Dios”. Por la muerte, entierro y resurrección, Jesús a la tumba por tres días, conquistando el pecado, conquistando la vergüenza, la culpa. Así que ahora, no tienes que temer a la muerte. No tienes que temer al castigo. Puedes pararte libre frente a Dios por causa de Jesús. Eres justificado”.

Según Rodgers, los cristianos que dicen que “puedes perder tu salvación”, están diciendo que pueden “cambiar la definición del regalo eterno que recibieron al momento de ser salvados”.

“Decir que puedes perder tu salvación es decir que Dios no es confiable, que Dios puede retractarse de su promesa y quitarte el regalo que te dió”, dijo Rogers.

“Estas afirmaciones son inconsistentes con lo que la Biblia dice del carácter de Dios. Dios es confiable. Dios ha dado el regalo de su vida eterna de manera gratuita. Y no lo quitará. No importa lo que hayas hecho”.

Rodgers se refirió a los casos de personas que una vez “estuvieron en la fe” y la abandonaron para seguir un estilo de vida contrario a la misma, o se volvieron al ateismo.

“El problema con estas dos oposiciones es que vienen de la presunción que estás personas fueron realmente cristianas alguna vez”, recalcó Rogers.

“Ésta es la fuerza detrás del argumento, porque si eres alguien que vive sin arrepentirse de sus pecados, 1ra Juan 3:6 dice que si conoces a Dios, y te vuelves a Él, no puedes continuar en una vida de pecado”.

“1 Juan también dice que, ‘si caminaban entre nosotros, se parecían a nosotros, y se alejaron, nunca fueron de los nuestros’. 1 Juan 2:23-24 dice: ‘Nadie que niegue al Hijo puede tener al Padre’… Así que si en algún punto de tu vida dices: ‘No creo que Jesús haya hecho tal cosa por mí’, no tienes al Padre. Nunca tuviste al Padre. Eso es lo que la Biblia enseña”.

Que un cristiano pueda perder su Salvación es un tema contencioso, con algunos, como Michael Bradley del sitio web Conocimiento Biblia, alegando que un creyente puede caer de la gracia.

Bradley citó versos como Hebreo 10:26, “Si deliberadamente pecamos después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados”.

“Creo que la frase ‘ya no queda más sacrificio por los pecados’ se refiere a una pérdida de salvación definitiva, si alguien rechaza el regalo de Dios el Padre”, escribió Bradley.

“Me temo que algunos cristianos, que viven en pecado y sin intención de alejarse del mismo, se llevarán una gran sorpresa el día de su muerte y del encuentro cara a cara con el Señor, en el juicio final”.