Un predicador cristiano callejero, que había sido arrestado por predicar el Evangelio, ganó un caso judicial contra el departamento policial que admitió falencias en la aplicación de la norma, y recibió una indemnización de U$4.500 en concepto de daños, además de los costos legales por un arresto equivocado, prisión ilegal y violación de los derechos humanos.
Una Corte del Condado de Liverpool indemnizó a David McConnell, quien fue arrestado por la policía de West Yorkshire en Diciembre de 2019 por «ofensa pública relacionada al odio» y «por predicar en contra de los derechos de los homosexuales y del aborto».
McConnell estaba predicando el Evangelio cuando alguien que pasaba comenzó a insultarlo y a cuestionarle acerca de su posición respecto a la sexualidad y al aborto. Todo terminó con el arresto de McConnell en la estación de policía de Huddersfield.
McConnell estuvo detenido por seis horas antes de ser liberado sin ningún cargo, después de que el sargento de policía viera la grabación del incidente y no encontrara pruebas en su contra.
“Esto fue una clara amenaza a los derechos humanos del Sr McConnell y una falla en quienes deben hacer cumplir la ley», dijo el director de Asuntos Públicos del Instituto Cristiano, Simón Calvert. «West Yorkshire hizo bien al admitir su error en la Corte, lo que llevó a una sentencia favorable para McConnell.»
El caso «ha reafirmado el valor y la importancia de la libertad de expresión», dijo Calvert. «Los predicadores Cristianos tienen tanto derecho a expresarse públicamente como cualquier otra persona.»
El juez acordó: «La libre expresión incluye no sólo lo inofensivo sino también lo irritante, contencioso, excéntrico, y lo provocativo; que no tienen porqué llevar a la violencia. La libertad para solo hablar inofensivamente, no es libertad en absoluto.»
McConnell dijo que no culpa a la policía por responder al llamado, «pero deberían haber escuchado la otra parte de la historia antes de proceder al arresto.»
El predicador dijo que la policía no le informó la razón de su arresto. «Cualquiera que ha visto un arresto en las noticias, sabe que la policía debe informar claramente la razón de su proceder. En mi caso, simplemente me llevaron sin decirme nada. Fue una situación estresante, pero ya puedo dejarla atrás.»
Agregó, «Tengo que decirlo, cuando ahora predico, la policía de Huddersfield se porta muy bien conmigo. Estoy feliz de poder compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo.»