Quiero compartir mis propias convicciones de por qué los seguidores de Jesús no deberían fumar hierba. Yo te animo a que las consideres en oración ante el Señor.
Primero, por el bien de la claridad y simplicidad, no estoy abordando el problema del uso médico de la marihuana, cuando es recetada por un doctor responsable. Aunque es posible que los temas están relacionados, me voy a enfocar en el uso recreacional de la marihuana.
Segundo, hablo de la experiencia personal, como seguidor de Jesús y como ex fumador de marihuana.
En resumen, yo era un consumidor ávido de drogas desde 1969 a 1971, en el proceso me gané los sobrenombres de “Oso de la Droga” y “Hombre de Hierro”. Las drogas que yo utilizaba incluyen marihuana, hachís, UPS, downs, LSD, mescalina, speed, heroína y (por muy poco tiempo, justo antes de ser salvo) cocaína.
Muchos de mis amigos, colegas, y antiguos estudiantes del ministerio escolar, también usaban drogas, algunos más que otros. Pero el dia de hoy tenemos las mismas opiniones sobre los cristianos que fuman (o ingieren) hierba.
En fin, no puedes “estar sobrio y alerta” y fumar hierba al mismo tiempo. Sin embargo, la palabra de Dios nos llama a èsto mismo.
Pedro escribió, “Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” (1a Pedro 5:8, NVI).
Cuando fumas hierba, incluso un poco, tu mente entra en un estado más relajado, un estado de alerta disminuido y de baja sobriedad. Por esta razón se le llama “drogarse”.
Tal vez piensas que aumenta tu pensamiento, creatividad o espiritualidad, pero en realidad, te está llevando a un estado mental de menor sobriedad, uno en el cual tu habilidad de responder rápida y críticamente es de hecho disminuido. Asi que, tu tal vez seas mas “creativo”, pero no en una forma santa y piadosa.
Antes de que conociera a Jesús, recibí unas “revelaciones” espirituales increíbles mientras estaba en un viaje de LSD o mescalina, especialmente cuando las combinaba con el inhalar gas de diesel. ¡Incluso descubrí el secreto del universo!
Todo esto fue desde abajo, no desde arriba. Y todo fue decepción.
También debemos tomar en cuenta que la hierba continúa siendo una droga de entrada, abriendo la puerta a un abuso de drogas más serio conforme el tiempo avanza. ¿Te sorprende que Denver ahora ha votado para despenalizar los hongos psicodélicos después de que Colorado legalizó el cannabis en el 2014?
Incluso si después de usar hierba por años nunca usaste otra cosa, en el momento en que abogas por ella, abres la puerta a otras. ¿Es sabio hacerlo?
También se me ha dicho repetidamente que la hierba hoy en dia no es como la hierba que yo una vez fume. Es mucho más potente y peligrosa. Y los peligros reales y no exagerados, peligros del uso de la marihuana han sido documentados por Alex Berenson en su libro mejor vendido Dile A Tus Hijos: La Verdad Sobre La Marihuana, Enfermedad Mental y Violencia.
Como lo indica la propaganda, éste “revelador informe de un autor que ha ganado premios y ex reportero del New York Times revela el enlace entre el uso adolescente de la marihuana y la enfermedad mental, y una epidemia escondida de violencia causada por la droga – hechos que los medios han ignorado conforme los Estados Unidos se apresuran a legalizar el cannabis”.
Las malas raíces producen malos frutos. Solo dale suficiente tiempo a las cosas.
De acuerdo a un reporte de SF Gate, “Con algunos productos de marihuana que tienen un promedio de 68 por ciento de THC – exponencialmente más grande que la hierba que una vez fumaron los baby boomers – las llamadas a los centros de control de veneno y visitas a las salas de emergencia han aumentado. En el área de Denver, las visitas a los establecimientos en Colorado del hospital infantil Children’s Hospital para tratamiento por vomito ciclico, paranoia, psicosis y otros síntomas graves relacionados con el cannabis subieron a 777 en el 2015, de tan solo 161 en el 2005”.
Significativamente, “El incremento fue más notable en los años que siguieron a la legalización de las ventas medicas en el 2009 y en el uso al por menor en el 2014, de acuerdo a un estudio en el Journal of Adolescent Health (Diario de Salud Adolescente) publicado en el 2018”.
En las palabras del psiquiatra Libby Stuyt, quien trata a adolescentes en el suroeste de Colorado y ha estudiado los impactos en la salud de la marihuana de alta potencia, “Cosas horribles están pasándole a los niños. Veo un incremento en los problemas con psicosis, adicción, suicidio, depresión y ansiedad”.
Mientras que los efectos en los adultos pueden no siempre ser tan extremos (o que se manifiesten tan rapido), esta claro que algo tan dañino para los adolescentes muy difícilmente puede ser benéfico para los adultos.
Paul exhortó a los creyentes en Efeso, “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” (Efesios 5:18, RVR).
De la misma forma, el nos instaría a no usar drogas sino a ser llenos del Espíritu.
Por supuesto, estoy muy consciente de que la respuesta de muchos sería, “Pero ese es el punto. Así como podemos tomar alcohol en moderación, podemos fumar hierba en moderación”.
Mi respuesta sería:
1) Es una muleta innecesaria;
2) quita tu completa sobriedad;
3) abre la puerta a un uso más intenso de hierba, junto con el uso de otras drogas;
4) crea otro hábito carnal en tu vida.
Durante dos años, día y noche mi vida se centró en drogas y música rock, y me drogué tanto como humanamente me fue posible sin morir, una vez tome suficientes drogas alucinógenas como para 30 personas. (¡Solo estoy vivo y al servicio de Dios por Su gracia y misericordia!). Y en los meses antes de llegar a mi fe en Jesús, fumaba hierba en la mañana, tarde y noche. Se convirtió en una parte constante de mi vida.
Aun así cuando realmente experimenté el gozo del Señor, el cual reveló la profundidad de Su amor por mi le dije a Él allí en ese instante, “¡Nunca más pondré una aguja en mi brazo!” y desde ese día (diciembre 17, 1971) hasta hoy he sido libre.
Dos días después de eso, mientras fumaba hachís con unos amigos, me di cuenta que el Señor no quería que me drogara de ninguna forma. El resto es historia.
Así que antes de que te drogues (ya sea por primera vez y otra vez), hazte estas preguntas: ¿es esto la luz o la oscuridad?, ¿está esto liberando mi espíritu o mi carne?, ¿esto exalta a Jesús o abre la puerta al enemigo?
Se sabio, y sobrio mi amigo. Y se lleno del Espíritu Santo. No hay nada como eso.