Autoridades británicas acordaron pagar a un predicador nigeriano £2500, después de haberlo arrestado y confiscado su Biblia en un incidente a principios de año.

Oluwole Ilesanmi fue arrestado mientras predicaba en las afueras de la Estación Southgate Tube en Londres, Inglaterra; después de que alguien llamara a la policía acusándolo de incitar a la violencia en sus prédicas, lo que se considera un crimen en Reino Unido.

El Scotland Yard aceptó compensar a Ilesanmi por su arresto indebido y por el trato que recibió en manos de la Policía Metropolitana.

Andrea Williams, jefa ejecutiva del Centro Legal Cristiano, que representa a Ilesanmi, dijo en un comunicado emitido el viernes pasado que la ley Británica debería velar por los derechos de los predicadores ambulantes.

«…a pesar de que la ley, teóricamente, apoyan la libertad de predicar en público; en la práctica, la policía es rápida para silenciar a los predicadores ante la mera sugerencia de que alguien se ha visto ofendido», dijo Williams en el comunicado.

«La libertad de expresión significa que uno puede decir su opinión respecto a todas las religiones e ideas, sin por ello ser inmediatamente catalogado como intolerante o ser silenciado. Las opiniones no necesariamente provienen desde un transfondo de odio.»

De parte de Ilesanmi, él se encontraba «alegre de que la policía reconociera el error al arrestarlo por predicar con la Biblia».

«Fue traumático ser arrestado tan lejos de mi hogar. Pero Dios siempre estuvo conmigo, y estoy determinado a volver a Southgate a predicar el Evangelio nuevamente», agregó.

«Cuando llegué a Reino Unido había libertad para los cristianos, pero hoy en día, predicadores como yo pueden ser arrestados por compartir la verdad. Los cristianos y su libertad de expresión de expresión deben ser protegidos, especialmente por el gobierno y las fuerzas policiales.»

«La policía metropolitana defendió su derecho de investigar crímenes de odio potenciales», dijo Neil Billany. «Nosotros respetamos el derecho de cada individuo a expresarse libremente, sin importar su contexto religioso.»

«Sin embargo, si el lenguaje de la persona se percibe como un crimen de odio, es nuestro deber investigar», continuó Billany.

«Ese es el rol de la policía, aún cuando después se compruebe que los hechos investigados no representan una ilegalidad.»

En 2017, Ilesanmi fue acusado de «Islamofobia» por la policía, debido a sus declaraciones públicas, después de que un musulmán y dos activistas lo denunciaran. Ilesanmi había denunciado una conexión entre el Islam y el terrorismo e instaba a las personas a convertirse al Cristianismo.