Uno de los propósitos de tu vida es ser respuesta a las oraciones de muchas personas. ¿Cómo darte cuenta? Simplemente vive tu vida como hija o hijo de Dios. Cuando Dios tiene complacencia de ti te usa hasta cuando no te das cuenta.

Dos ejemplos:

1)La multitud tenía hambre y un joven se acerco a Jesús con 5 panes y 2 peses ¿Resultado? Comieron más de 5000 hombres sin contar mujeres y niños y sobraron 12 cestas.

2)Jesús caminaba entre entre una multitud que lo aplastaba y una mujer que estaba enferma hacía 12 años buscando sin esperanzas la salvación de su alma tocó el Manto del Señor… y al instante fue curado porque Virtud salió de Él.

La gente pide a Dios y Dios responde por medio de sus hijos.

«Pedid y se os dará…»

Por Mariano Javier Virnik