Un magistrado de la corte en el centro de Inglaterra ha desestimado un caso contra la pastora a quien la policía había multado con $21,000 por llevar a cabo una reunión en la iglesia para los sin techo en un parque de autos durante los encierros del COVID-19.

El Christian Legal Centre, el cual apoya a la clérigo dijo que la Corte de Magistrado de Nottingham ha dictaminado que la Pastora Chez Dyer, de 47 años, quien organizó un servicio al aire libre para la iglesia Church on the Streets en Nottingham durante los encierros de febrero, no tendrá que pagar la fianza y ordenó al gobierno que pague sus gastos de cuotas legales.

Chez fue citada diciendo “Estoy tan aliviada de que este caso ha sido desestimado y que finalmente se ha hecho justicia”. “Nos paramos en la brecha por los más vulnerables mientras que otros no lo hicieron o no pudieron hacerlo. Teníamos personas quienes necesitaban urgentemente de nuestro apoyo y algunos quienes dijeron que habíamos prevenido que se suicidaran…fuimos los doctores espirituales quienes no estaban en reposo. Las personas estaban sufriendo y nos necesitaban”.

Alrededor de 30 personas tomaron parte en el servicio al aire libre que Chez llevó a cabo en febrero, por el cual fue multada.

Oficiales de la Policía Nottinghamshire dijeron en esa ocasión que las tiendas y el sistema de sonido habían sido instalados y se estaba sirviendo comida.

Mientras que a las iglesias en Inglaterra se les permitía llevar a cabo servicios presenciales limitados durante los encierros, la Policía Nottinghamshire en esa ocasión dijo que el parque público de carros no era “evidentemente un lugar de adoración”. Ellos dijeron que el evento se había llevado a cabo “a pesar de advertencias previas” y que la multa fue hecha como un “último recurso”.

La pastora dijo en esa ocasión que un lugar de adoración incluye “los espacios cuando estén siendo utilizados para reuniones religiosas, incluso cuando su propósito primario no es para reuniones religiosas, tales como lo es un centro comunitario”.

Sin embargo, ella fue culpada en su ausencia y no estaba al tanto de los procedimientos contra ella, dijo CLC, añadiendo que la corte la había multado con $21,000 en su ausencia.

“Este ministerio cristiano estaba apoyando a los más vulnerables en su comunidad de forma material, emocional y espiritual durante los encierros. ¿Cómo es así que ellos son a los que la policía buscó en furgonetas antidisturbios?», preguntó Andrea Williams, Director Ejecutivo de CLC. “El estado se está extralimitando al cerrar las iglesias y sus ministerios cuando muy comúnmente son la última esperanza”.

Williams añadió que espera que el resultado de este caso “envié un mensaje claro al gobierno y a la policía sobre el papel vital que juega el ministerio cristiano en nuestras comunidades y como deber ser protegido, apoyado y alentado en todo tiempo”.

Chez añadió: “Nosotros alcanzamos a las personas con las Buenas Nuevas de Jesucristo durante los tiempos más difíciles. Esto es lo que es la iglesia y lo que la iglesia debe hacer. Para esto, sin embargo, yo fui tratada como un criminal. Somos una iglesia con recursos financieros limitados, así que enfrentar multas de esta magnitud por ayudar a los sin techo es algo devastador”.

“Espero que mi historia pueda enseñarles a las personas el papel vital que juega el ministerio cristiano en las calles de nuestro país”.