Un pastor y varios miembros de su iglesia fueron detenidos por la policía mientras participaban en una sesión de adoración en línea el domingo de Pascua.

La Iglesia Early Rain Covenant, en la provincia china de Sichuan, estaba organizando una sesión de adoración en línea en celebración de la Pascua cuando varios de sus miembros fueron sacados de sus hogares por miembros del Buró de Seguridad Pública, según reporta International Christian Concern (ICC).

Un miembro de la iglesia en la casa le dijo a ICC que estaba participando en el servicio a través de Zoom cuando todo quedó en silencio.

Al principio, pensó que era un problema con la conexión de red, pero luego escuchó lo que parecía una disputa que involucraba a otro miembro de la iglesia.

En un momento, ella dice que escuchó al miembro de la iglesia decir: «¿Quién es usted para hacer esto [a nosotros]?»

En la casa de uno de los participantes, se cortó la electricidad, mientras que otros recibieron llamadas telefónicas diciéndoles que la policía los visitaría pronto, dijo ella.

Otro miembro de la iglesia le dijo a ICC que recibió una advertencia de la policía diciéndole que no escuchara los sermones del pastor encarcelado de la iglesia Wang Yi.

«¡Ya no participes en actividades [religiosas] ya prohibidas! ¡No escuches más los sermones del Pastor [Wang]! ¡Si vuelves a hacerlo, lo abordaremos en serio y te llevaremos!» alegó el miembro de la iglesia.

La ICC dijo que los seis miembros de la iglesia detenidos por la policía han sido liberados.

La iglesia ha sido objeto de hostigamiento por parte de las autoridades desde 2018, cuando criticó la introducción de regulaciones más estrictas para los lugares de culto.

En diciembre pasado, el pastor Wang fue sentenciado a nueve años de prisión por «incitar a subvertir el poder del estado» y «operaciones comerciales ilegales».

CCI dijo que esta última acción policial contra la iglesia se produjo después de uno de los miembros de la congregación, Chen Yan, presentó una demanda contra las autoridades por acoso ilegal.

Gina Goh, Gerente Regional de ICC para el sudeste asiático, dijo que las autoridades habían estado monitoreando y hostigando a los miembros de la iglesia «con la esperanza de que la iglesia se dispersara sola».