Un Pastor y dos cristianos norcoreanos que lograron vencer al régimen comunista en Corea del Norte sin ser capturados, desarrollaron formas creativas para compartir el Evangelio con sus seres queridos.
Peter Jung, un pastor que se especializa en compartir el Cristianismo en Corea del Norte, recientemente compartió que su grupo provee un refugio, comida, y dinero para los norcoreanos que visitan la frontera China antes de enseñarles acerca del Cristianismo.
Antes de que regresen a casa, Jung cuenta que su grupo les pide a los visitantes norcoreanos que memoricen versos de la Biblia o que se lleven una con ellos para compartirla con sus amigos y familiares. También reveló que los misioneros crearon una ‘atmosfera religiosa’ al.compartir con las personas mensajes de texto que contienen frases o palabras cristianas como ‘paz’.
El Cristianismo es ilegal en Corea del Norte y poseer una Biblia, mantener servicios religiosos o hacer un intento de formar una iglesia puede resultar en torturas, prisiones o la ejecución. Debido a que Corea del Norte es el país más peligroso del mundo en cuanto a persecución religiosa, muchas personas mantienen sus creencias en secreto.
Lee HanByeol, esposa de Jung y refugiada norcoreana en Seúl, Corea del Sur, recordó ver a su padre orar cada vez que su madre se escapaba a China en busca de provisiones en los años 90.
«Lo ví orar muchas veces… Mi mamá arriesgó su vida para alimentar a su familia. Cuando mi mamá se iba, mi papá quedaba orando, de rodillas en una esquina de la casa,» dijo Lee.
Lee dijo que ella no sabía acerca del cristianismo en ese momento, pues su padre mantenía su fe en secreto para proteger a su familia.
Otro desertor del régimen norcoreano, identificado como J.M. Compartió su encuentro con el cristianismo cuando huyó a China en 1998. Fue arrestado por la policía China y enviado de vuelta a casa en 2001.
«Cuando regresé, mi padre encontró difícil abrazar el Evangelio, pero mi madre lo hizo inmediatamente,» dijo J.M.
En 2002, J.M huyó a Corea del Sur para practicar su fe libremente, y hoy desde Seúl trata de promover el Cristianismo en Corea del Norte. Durante una reciente visita a China, bautizó a seis norcoreanos que visitaron la frontera.
Las estimaciones varían en cuanto a la cantidad de cristianos en Corea del Norte, pero la organización Puertas Abiertas considera que son unos 300,000, quienes mantienen su fe en completo silencio.
Según las estadísticas del Departamento de Estado de USA, unos 120,000 cristianos se encuentran en prisión, junto a presos políticos y otros en los campos de concentración donde enfrentan terribles torturas.
Quienes han.logrado escapar del régimen, instan a la comunidad internacional «a ayudar en este caso de total violación a los derechos humanos en Corea del Norte y a crear mayor presión al régimen, para que la gente pueda tener la libertad de orar y adorar a Dios y de compartir y escuchar el Evangelio.»
«La Biblia manda a compartir el Evangelio con cada nación, por lo tanto Corea del Norte también debe escuchar las Buenas Nuevas sin excepción y alcanzar a su pueblo.»