Un pastor de la Iglesia Evangélica Winning All (ECWA), en la ciudad de Obi del estado central de Nasarawa, en Nigeria, murió el 30 de junio a manos de hombres armados, supuestamente ganaderos de la etnia Fulani.
El Rev. Joseph Kurah, acompañado por otras tres personas más, se dirigió a su granja cerca de las 7 de la tarde a cortar árboles para hacer madera para techos. Sin embargo, cuando llegaron a la granja, dos hombres armados aparecieron detrás de ellos, según informaron fuentes locales a World Watch Monitor (WWM), agencia de noticias de Puertas Abiertas.
Los atacantes los persiguieron y rápidamente rodearon al Rev. Kurah, mientras que sus tres compañeros lograron huir en distintas direcciones sin sufrir daños. El cuerpo sin vida y severamente mutilado del Rev. Kurah fue recuperado del lugar más tarde.
Fuentes locales dijeron a WWM que los atacantes hablaban en la lengua Fulani y vestían como pastores Fulani, con sus caras descubiertas y mostrando las marcas tribales en sus mejillas.
Algunos miembros de la iglesia local en Obi dijeron a WWM que anteriormente hubo una discusión en la comunidad con un agricultor musulmán sobre la propiedad de la finca. Muchos de la comunidad cristiana sospechan que la banda de pastores Fulani ha sido contratada por musulmanes de la zona para llevar a cabo el asesinato.
Un hombre, que se identificó a si mismo como sobrino del pastor asesinado, dio detalles escalofriantes de una serie de mensajes en Twitter con fotos gráficas:
«Lo atacaron en su granja, le cortaron los brazos y las piernas; luego le cortaron la cabeza con un machete. Recibí una llamada la noche del jueves informando que mi tío, un pastor de la ECWA, fue asesinado a manos de pastores Fulani».
Asimismo, hizo un llamado a las autoridades para encontrar a los asesinos de su tío, el Reverendo Kurah:
«Todo lo que quiero es que se haga justicia. El estado de Nasarawa y el Gobierno Federal deben encontrar a los asesinos de mi tío. Quien esté cerca del gobernador de Al-Makura del estado de Nasarawa deberían informarle, por favor, que exigimos que los responsables sean llevados ante la justicia”
«Nos hemos convertido en presas que son cazadas por las bestias que merodean nuestra tierra. Voy a seguir elevando mi voz hasta que se haga justicia. ¿Por cuánto tiempo vamos a sufrir? Él ha dejado una familia muy joven; tres de sus hijos se encuentran en la universidad. Nadie dice nada acerca de las matanzas clandestinas cometidas por los pastores Fulani y que viene ocurriendo casi todos los días», dijo.
Hasta ahora, el gobierno estatal ha guardado silencio sobre el asunto, mientras que algunas personas que reclaman la propiedad de la tierra de cultivo han sido detenidos y están siendo investigadas por el asesinato.
La muerte de Rev. Kurah ha provocado una atmósfera de ira y tristeza entre los cristianos locales, muchos de ellos ahora tienen miedo de ir a sus hogares.
El reverendo Joseph Kurah deja una esposa y siete hijos.
¿Limpieza étnica?
Los recientes ataques cometidos por los pastores de la etnia Fulani han dejado cientos de muertos y han llevado a miles a huir de zonas de mayoría cristiana de los estados de Plateau, Kaduna, Benue, Nasarawa, Níger y Taraba en el cinturón agrícola de Nigeria.
Silenciada por los titulares de Boko Haram, este tipo de violencia se ha cobrado miles de vidas cristianas en los últimos años. El robo de ganado y las disputas por la tierra proporcionan un pretexto para la violencia en toda la zona del Cinturón Medio de Nigeria. Por otra parte, los ataques se han extendido más al sur.
De acuerdo al investigador Yonas Dembele, que trabaja para Puertas Abiertas, el patrón de violencia Fulani en la región (el uso de armas de uso militar para expulsar a los cristianos de la tierra y ocuparlo, la destrucción de viviendas e iglesias cristianas, y su llamado a la imposición de la ley islámica, entre otras) significa una limpieza étnica en el Cinturón Medio.
La campaña, según Dembele, es en última instancia motivada por la misma ambición que mueve a Boko Haram: traer al mundo no islámico a una vida bajo el dominio islámico.