El pastor de la Iglesia Early Rain Covenant en China, enfrenta nuevos cargos contra el gobierno comunista, después de siete meses de arresto junto a otras 100 personas de su congregación.

Además de «incitar a la sublevación» y atentar contra el gobierno chino, Wang ha sido acusado de «actividades ilegales», según reporta la Radio Asia Libre.

Un cristiano local informó que el término «actividades ilegales» es atribuido de parte del gobierno cuando no existen pruebas que apoyen la subversión, y podría resultar en hasta 10 años de prisión.

«Ellos quieren acusar al Pastor Wang de subversión, pero saben que no existen motivos que pueda probar sus acusaciones», dijo el testigo. «Entonces van por la vía de «actividades ilegales».»

El pastor de una iglesia de 5,000 miembros, su esposa Jiang Rong, y cerca de 100 feligreses más fueron arrestados el 9 de diciembre de 2018. Mientras que Jiang Rong fue liberada después de seis meses, su esposo y otros cuatro miembros aún permanecen detenidos e incomunicados.

Algunos de los feligreses que fueron detenidos y luego liberados, describieron como la policía los torturó en un intento de ponerlos contra Wang. Algunos fueron atados a una silla y dejados sin alimentos ni agua por más de 24 horas.

Cómo si fuera poco, las autoridades allanaron las propiedades de la Iglesia y vendieron parte de ella, incluyendo las oficinas, el jardín de infantes y un instituto bíblico; además de entrar en las casas de los detenidos. La policía también forzó a los miembros a firmar un juramento de no asistir a la iglesia, y más de la mitad de los feligreses aún están bajo vigilancia.

«No hay nada que podamos hacer», dijo un cristiano de identidad reservada. «Una reunión de cinco o seis atraería la atención de las autoridades, y estas vendrían a apresarlos.»

«Cerca del 50 al 60 % de los miembros están siendo altamente vigilados», dijo el testigo. «Sus teléfonos y redes sociales han sido intervenidos.»

Después de su arresto, Wang envío una carta donde expresa su disgusto hacia el Partido Comunista.

«Creo que este régimen comunista de persecución contra la iglesia es algo puramente malvado, una acción ilegal. Cómo Pastor de una iglesia cristiana, debo denunciar abiertamente la maldad», escribió el Pastor.

«El llamado que he recibido requiere de mi que me involucre usando métodos no-violentos y desobedecer las leyes humanas, cuando éstas me llevan a desobedecer a Dios y a la Biblia. Mi Salvador Jesucristo también requiere de mí que enfrente las dificultades y persecuciones con gran gozo.»

El Partido Comunista de China exige a los cultos protestantes que sean reconocidas y reguladas por las oficinas del gobierno. Durante los últimos años las autoridades han perseguido sistemáticamente a las instituciones religiosas.

«Desde que el Partido Comunista subió al poder, la implementación de las regulaciones religiosas, especialmente a las cristianas, se han vuelto cada vez más duras», denuncia Puertas Abiertas EE UU.

«La persecución es cada día más fuerte contra la iglesia cristiana. La juventud ha sido sacada a la fuerza de los templos; las iglesias reguladas son monitoreadas de cerca; los maestros y personal de la salud no pueden tener ningún tipo de afiliación religiosa; y como si fuera poco, en las escuelas se les ha comenzado a enseñar a los niños que el Cristianismo es un «culto malvado».