Radicales Fulani asesinaron a un pastor cristiano de 39 años y a su hijo de 3 en el estado de Niger, Nigeria, mientras que su esposa e hija lograron escapar del ataque.
Leviticus Makpa había establecido una escuela cristiana en la aldea remota de Kamberu y fue asesinado junto a su hijo Godsend Makpa, en un ataque del 21 de mayo; según reporte de Morning Star News.
«Nuestro hermano misionero, Pastor Leviticus Makpa, fue asesinado por una bala de fuego, a manos de los bandidos Fulani», dijo una residente del área, Deborah Omeiza. «Su esposa pudo escapar junto a la hija de ambos.»
Un asociado del Pastor dijo que Makpa había mandado un mensaje de texto advirtiendo la presencia de los Fulani alrededor del hogar.
«El Pastor Makpa me advirtió que no lo llamara, que los radicales habían rodeado su casa y además estaban atacando la base misionera», dijo Deborah. «Inmediatamente envié las alertas y comenzamos a orar por su protección.»
Los radicales Fulani ya habían atacado en otras oportunidades al Pastor, por causa de su fe.
«Los bandidos Fulani vinieron en su contra, y tuvieron que esconderse en cuevas para salvar sus vidas. Cuando los atacantes se fueron, el Pastor regresó a su hogar junto a su familia. ¿Quién puede vivir de esa manera?», se preguntó Samuel Salomon, asociado de Makpa. «Eventualmente, terminó perdiendo su vida junto a su pequeño hijo. Sabía que si vida estaba en peligro; pero la carga por las almas no le permitía abandonar la causa.»
Salomon dijo que el objetivo de los radicales Fulani es acabar con el Cristianismo y «hacer desaparecer a la Iglesia».
Los grupos de derechos humanos estiman que cientos de personas fueron asesinadas por los radicales Fulani solo en el 2020.
Nigeria es el país más populoso de África y se ubica en el puesto n° 9 de la lista de Puertas Abiertas, de países más peligrosos para los Cristianos. Este país es donde más se asesinan creyentes por causa de fe religiosa que en cualquier otro lugar.
«Los Cristianos son asesinados o ven sus propiedades destruídas. Hombres y niños son los mal vulnerables a ser atacados», reporta Puertas Abiertas. «Las mujeres y niñas son dejadas atrás. Lo perpetradores escapan de la justicia. En el caso de las mujeres creyentes, son secuestradas y violentadas por los terroristas o forzadas a casarse con los musulmanes.»