La Iglesia Transformación del Pastor Michael Todd en Bixby, Oklahoma, llamó a las Iglesias en toda América a tomar el liderazgo en la restauración; después de haber llenado cheques por U$200.000 a cada sobreviviente de la masacre de Tulsa.
La Masacre Racial de Tulsa, según History.com, ocurrió durante 18 horas, del 31 de mayo al 1 de junio en 1921. Una turba atacó a residentes, hogares y comercios en el vecindario negro de Greenwood; dejado como resultado cientos de fallecidos y miles de personas sin hogar. Es una de las peores tragedias de violencia racial en Estados Unidos.
«La reparación no es una palabra política. Reparación no es una palabra que tus amigos de izquierda o de derecha acuñan», dijo Todd. «Déjenme darles la definición de reparación: ‘Acción de reconstruir algo que se ha devastado’. Signifca que alguien va a recoger el guante y realmente ponerse en acción para restaurar lo que ha sido destruido.»
Él citó a Joel 2:25, que dice: «Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.»
El Pastor remarcó que Dios traerá reparación y dijo que tal proceso controversial debe empezar en la Iglesia. Y como él es parte de la Iglesia, Todd dijo que está obligado a ser parte del procesos de reparación.
En medio del sermón, Todd anunció la presencia de los tres sobrevivientes de la Masacre Racial de Tulsa- Viola Fletcher, de 107; Hughes Van Ellis, de 100 años y Lessie Randle de 106 años.
«Yo soy un joven hombre negro que tomó el mando de la Iglesia de la mano de un hombre blanco, que la construyó al norte de Tulsa. Eso no hubiese sido posible si ustedes no hubieran sobrevivido. Hoy no podemos devolverles todo lo que les ha sido robado. Pero podemos plantar semillas en la tierra», le dijo a los sobrevivientes.
Todd contó que la Iglesia decidió darles a cada sobreviviente un cheque por U$200.000, después de averiguar la media en los precios de las casas en Tulsa.
«Es tiempo de restauración, y el cambio empieza por La Iglesia», declaró.
La Iglesia Transformación dió cerca de U$ 1 millón a los sobrevivientes de la masacre y organizaciones sin fines de lucro, durante el fin de semana. Esto incluyó un cheque de $100.000 para Al Johnson, dueño de un minimercado que provee frutas frescas a los menos afortunados de la comunidad.