MAZATLAN, México — El Pastor Carlos Mariñelarena ha usado el poder del dar para alcanzar a cientos de niños y familias para Jesús y ha abierto docenas de lugares de desayuno, dirigidos por ex reclusos, y así continuar esparciendo el Evangelio.

Mariñelarena, quien ha estado en el ministerio por más de 20 años, se unió al equipo de Operación Navidad para Los Niños, un proyecto de Samaritan’s Purse, hace 13 años y desde entonces a ayudado y guiado a cientos de familias en su fe en Cristo, logrando una multitud de discípulos en la popular ciudad mexicana.

«Cuando era niño, nunca recibí un regalo. Mi padre apenas tenía dinero. Nunca tuvimos una celebración de cumpleaños», contó Mariñelarena.

Años atrás, el Pastor y su esposa, Marilú, sintieron el llamado a Mazatlán a llevar regalos a los niños de quienes estaban en prisión.

«No conocíamos a nadie. No teníamos apoyo financiero. Pero sabíamos que Dios nos había mandado», exclamó Mariñelarena. «Comenzamos trabajando en las prisiones. Dándoles presentes a los hijos de los reclusos. Nadie nos ayudó. Mi hija se desprendió de sus regalos para donarlos.»

Al pasar el tiempo, la pareja conoció a un pastor que les donó pelotas de fútbol y así comenzó su ministerio.

Mariñelarena eventualmente supo de Operación Navidad y recibió entrenamiento en cómo llevar adelante el evento y las cajas de zapato de regalos. Operación Navidad provee puertas abiertas para quienes quieran ayudar a pastores como Mariñelarena alrededor del mundo, con solo llenar cajas de zapatos con juguetes, útiles escolares, artículos de higiene y material evangelístico; que luego se envían a más de 160 naciones, incluyendo 50 áreas dónde los realidad es muy dura.

Pastor Carlos Mariñelarena compartiendo el Evangelio en Mazatlán, México, en octubre de 2019

«Oímos de que este proyecto estaba al alcance de la mano. Así que nos conectamos con ellos. Recibimos a un grupo de pastores, tuvimos un entrenamiento y pudimos entregar los regalos», recordó Mariñelarena.

Operación Navidad también ofrece un discipulado de 12 clases llamado El Gran Viaje, el cual lleva a los niños a un descubrimiento de lo que significa conocer y compartir a Jesús con su familia.

A medida que el ministerio crecía en la Iglesia, el Pastor sintió que debían abrirse lugares con programas de alimentación para los niños en diferentes áreas de la ciudad. Mariñelarena ahora lleva adelante 12 programas de alimentación en varias locaciones, que son administrados por ex reclusos y sus familias, sirviendo así a sus comunidades.

«El ministerio aquí se trata de una nueva vida después de la prisión. Trabajamos con personas que al salir de la cárcel, están en su punto más bajo con sus familias destruidas y sin esperanzas. Así que les compartimos de Cristo, se bautizan, los discipulamos y les enseñamos a trabajar. Cuando vemos que están comprometidos, les apoyamos y ayudamos a encontrar trabajo. Les ayudamos a reconectar con sus familias.»

Una vez que se han reintegrado a la sociedad, Mariñelarena y Marilú ponen a los ex reclusos en los ministerios de alimentación en los diferentes puntos de la ciudad, así pueden ayudar, servir y compartir lo que Dios hizo en sus vidas. En cuánto a los niños, quienes reciben los regalos luego asisten a los puntos de alimentación y entregan sus vidas a Jesús.

En cada locación, más de 40 niños reciben la leche y un estudio bíblico. Para algunos de los pequeños es la única comida del día.

«Ayudamos a los niños con sus útiles escolares y vestimenta. Todo es realizado por Amor a Dios», dijo Mariñelarena. «Es fácil darle leche a cinco niños, un día o tal vez más, pero alimentar a más de 30 niños, todos los días sin salario significa que es algo de parte de Dios.»

Operación Navidad ha estado activo por más de 26 años, y gracias a los esfuerzos de los voluntarios por alcanzar los lugares más recónditos, cientos de personas en las zonas pobres de Mazatlán han conocido del Amor de Jesús.

Sólo en 2018, se reportaron 2 millones de conversiones a Cristo como resultado del Proyecto Operación Navidad.