Una corte de apelaciones ha ordenado revisar la multa de $135.000 en contra de dos pasteleros cristianos, quienes se rehusaron a hacer un pastel para una boda de una pareja del mismo sexo.
Aaron y Melissa Klein, co-propietarios de Dulces Pasteles de Melissa, se rehusaron a preparar un pastel para una pareja lesbiana, Rachel y Laurel Bowman-Cryer, en 2013.
Después de que Bowman-Cryer se quejara ante el estado, el Buró de Servicios e Industrias de Oregon (BOLI) decidió que la pareja había sido ilegalmente discriminada y establecieron una multa de $135.000 por daños y perjuicios.
Los Kleins cerraron la pastelería. Pagaron la multa pero el dinero quedó congelado por el gobierno hasta que terminara la instancia de apelación.
Está semana, la Corte de Apelaciones de Oregon desestimó la sentencia original donde decía que los Kleins habían discriminado ilegalmente a Bowman-Cryer, al rehusarse a venderles un pastel para una boda homosexual.
La Corte dijo que la multa por $135.000 establecida por la BOLI había violado la Primera Enmienda, en cuanto a los requerimientos de «estricta neutralidad ante la religión», y declaró que los Kleins no debían pagar nada.
La Corte había ordenado a la división de derechos civiles a revisar la sentencia.
«La proporción que BOLI determinó acordé a los daños, no refleja la nuetralidad hacia la religión requerida por la Cláusula de Ejercicio Libre», dijo el Juez del Circuito, Erin Lagesen.
La Corte también ordenó que la división de derechos civiles revisara la sentencia.
La consultora legal de los Kleins, del Instituto Primera Libertad, Stephanie Taub, dijo en un comunicado que «Oregon busca sacar una tajada de pastel para ellos».
«La Corte admite que la agencia estatal ha actuado tanto de acusador y de juez en este caso, en contra de las creencias religiosas de los Kleins», dijo.
«Aún así, a pesar de la actitud anti-cristiana que ha infectado todo el proceso del caso, la corte está ordenando a la agencia a hacer todo de nuevo».
«La sentencia de hoy debió haber sido el final de esta saga que comenzó hace 10 años. Es tiempo que la hostilidad del estado de Oregon contra Aaron y Melissa llegué a su fin».
