Dos años después de huir de la persecución severa en China, 60 miembros de una iglesia en casa, incluyendo 30 niños, han estado viviendo en una pequeña casa de alquiler en una isla cercana a la punta de Corea del Sur con muy poca o sin ninguna esperanza de regresar a su tierra natal o de recibir asilo en el país del Este Asiático.
El Wall Street Journal reportó que los cristianos chinos, quienes son de la iglesia Shenzhen Holy Reformed Church en la ciudad de Schenzhen al sur de China la cual es considerada ilegal en ese país, huyeron a la isla Jeju en Corea del Sur en el otoño del 2019 y han estado teniendo muchas dificultades para ganase un sueldo mientras hacen lo mejor que pueden para cumplir con los requisitos del proceso de asilo.
Corea del Sur revisó el año pasado por lo menos 12,000 solicitudes de refugiados, pero solamente el 0.4% de ellas fueron aprobadas, esto de acuerdo a un centro de derechos de refugiados en Seúl llamado Nancen.
Pan Yongguang, el pastor de la iglesia en casa, la cual fue fundada en el 2012, es un ex doctor de 43 años y le dijo a el Journal que a las familias de su iglesia les gustaría asentarse en Estados Unidos. El mes pasado, el habló con un diplomático americano.
Pan, quien fue entrenado por pastores de una iglesia Presbiteriana Reformada Estadounidense, ha sido detenido e interrogado por las autoridades en China. Un par de miembros de su iglesia quienes regresaron a China también enfrentaron venganza en su país. Sus hogares fueron allanados y sus movimientos fueron restringidos.
La mayoría de los 60 miembros de la iglesia que están en Corea del Sur sobreviven haciendo trabajos de baja categoría. Algunos querían regresar a China, pero Beijing había asegurado mas fuertemente sus fronteras debido al COVID-19.
De acuerdo a los reportes, la persecución religiosa en China se intensificó en el 2020, con miles de cristianos afectados por los cierres de iglesias y otros abusos a los derechos humanos.
Las familias cristianas de la iglesia de Pan también sospechan que las autoridades chinas están tratando de averiguar su paradero, ya que han recibido llamadas telefónicas muy alarmantes.
El Pastor Pan les dice a los miembros de su iglesia que su sufrimiento es parte del plan de Dios, y que “No hay vuelta atrás para nosotros”.
Los cristianos tanto en iglesias regidas por el estado como en las iglesias en casa fueron ordenados a ondear la bandera china y cantar canciones patriotas durante sus servicios.
De acuerdo a la lista World Watch List de Puertas Abiertas USA, China está calificado como uno de los peores países en el mundo en lo que se refiere a persecución de cristianos.
*La ilustración es meramente ilustrativa