Aaron y Melissa Klein, una pareja Cristiana de Oregón que perdió su panadería y se le ordenó pagar 135.000 dólares por daños por negarse a hacer un pastel para una boda del mismo sexo en 2013, tuvieron su caso escuchado en un tribunal de justicia por primera vez el jueves y ahora están orando para que la corte falle a su favor.
“Estoy agradecido de que realmente llegamos a tener nuestro día en la corte. Esta es la primera vez que hemos estado en un tribunal donde se reconoció el debido proceso, donde realmente sentimos que la Constitución fue reconocida y esperamos escuchar el resultado”, dijo Aaron Klein durante una conferencia de prensa después de que su caso fue escuchado el jueves en la Corte de Apelaciones de Oregon.
En 2013, los Klein que administraban una panadería llamada “Sweet Cakes by Melissa” en Gresham, Oregon, se negaron a hacer un pastel de bodas para sus clientes, la pareja de lesbianas Laurel y Rachel Bowman-Cryer. Laurel alegó en aquel momento que Aaron Klein llamó a su relación con Rachel una “abominación al Señor”.
La pareja más tarde presentó una queja ante la Oficina de Trabajo e Industrias de Oregon, que decidió en julio de 2015 que los Klein deben pagar daños por un total de $135.000. Aaron Klein dijo durante la conferencia de prensa que el dinero desde entonces ha sido entregado a la mencionada Oficina y permanece en una cuenta de custodia mientras el proceso de apelaciones está en marcha.
La Orden Final de la Oficina de Trabajo e Industrias contra Klein concedió $60.000 en daños a Laurel Bowman-Cryer y $75.000 en daños a Rachel Bowman-Cryer por sufrimiento emocional que deriva directamente de discriminación ilegal. La agencia señaló que los montos son por daños relacionados con el perjuicio sufrido por los demandantes, no multas o sanciones civiles que son de naturaleza punitiva.
Señaló además que los daños no económicos son consistentes con las órdenes anteriores de la agencia, como una decisión anterior contra un dentista de Bend en el caso de Andrew W. Engle. En ese caso, la Oficina de Trabajo e Industrias de Oregon concedió a un empleado Cristiano $325,000 en daños por sufrimiento físico, mental y emocional debido a discriminación religiosa y hostigamiento.
Los representantes del bufete de abogados de libertad religiosa sin fines de lucro “First Liberty Institute”, que representa a los panaderos, señalaron durante los argumentos orales que la Oficina de Trabajo e Industrias violó los derechos constitucionales de los Klein a la libertad religiosa, la libertad de expresión y el debido proceso.
“El gobierno nunca debería obligar a alguien a violar su conciencia o sus creencias”, dijo Kelly Shackelford, presidenta y directora ejecutiva de “First Liberty Institute” en una declaración. “En una sociedad diversa y pluralista, la gente de buena voluntad debería ser capaz de coexistir
pacíficamente con diferentes creencias. Esperamos que el tribunal defienda los derechos de Klein a la libertad de expresión y a la libertad religiosa”.
El caso, Klein contra Oficina de Oregón de Trabajo e Industrias, fue escuchado ante un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de Oregon.
En una declaración emotiva durante la conferencia de prensa el jueves, Melissa Klein dijo que ella había atendido a la pareja de lesbianas antes de la solicitud del pastel de bodas y estaría feliz de servirles de nuevo. Solo quiere que se le permita el derecho a no participar en una boda del mismo sexo para honrar su fe.
“Yo estaba feliz de atender a esta pareja en el pasado para otro evento y estaría feliz de servirles de nuevo. Pero no podría participar en la ceremonia, va en contra de lo que creo. Tengo una fe fuerte en Dios a quien amo con todo mi corazón. Toda mi vida está dedicada a vivir para Él de la mejor manera que sé”, dijo ella.
“América es un lugar donde el gobierno no puede obligarte a violar tus creencias religiosas o decirte qué creer. Pero sentimos que eso es exactamente lo que nos pasó. Perdimos todo lo que amábamos y por lo que trabajamos tan duro para construir”, dijo casi llorando.
“Me encanta mi tienda. Significaba todo a mí y perderlo ha sido tan duro para mí y mi familia. Nadie en este país debería tener que pasar por lo que hemos experimentado. Sólo queremos ser capaces de vivir en un lugar donde el gobierno tolera y acepta las diferencias, donde podemos continuar siguiendo nuestra fe. Esperamos que incluso si las personas tienen diferentes creencias a las de nosotros, que ellos puedan mostrar tolerancia el uno al otro y que podamos vivir juntos pacíficamente y aún seguir nuestra fe. Y eso es todo lo que queremos”, dijo ella.
Su esposo, Aaron, reiteró que su lucha legal es simplemente acerca de la libertad religiosa, nada más.
“Sé que muchas personas probablemente quieren saber lo que esperamos obtener de esto. La corte del hombre va a hacer lo que la corte del hombre va a hacer. La honesta verdad aquí es que solo buscamos servir al Señor. Nosotros queremos hacer lo correcto delante de Él y al final del día, solo quiero saber que honro a Dios. … Para nosotros se trata de seguir a Dios sin importar los costos. Como dice la Biblia, yo y mi casa serviremos al Señor”, dijo él.