El estado de salud de Asia Bibi se está deteriorando, según informa Bruce Allen del ministerio Forgotten Missionaries International. Ella es una cristiana pakistaní condenada a muerte por su fe.
«Ella sufre de una hemorragia interna. Ella requiere urgentemente tratamiento médico. Ella vomita sangre. Ella sufre un terrible dolor, y casi no puede comer», dice Allen.
Múltiples fuentes de noticias indican que los abogados de Bibi han solicitado a las autoridades que trasladen a la cristiana a una cárcel en Lahore. Esto con el propósito de que pueda recibir tratamiento médico y pueda ver con mayor frecuencia a su familia, reporta Mission Network News.
Bibi, madre de cinco, ha estado en prisión desde 2010. Ella fue arrestada por la policía el 19 de junio de 2009 y acusada de blasfemia por supuestamente hacer unos comentarios despectivos contra el profeta Mahoma, durante una discusión con unas mujeres musulmanas.
«Nuestro Cristo sacrificó su vida en la cruz por nuestros pecados. Nuestro Cristo está vivo», dijo Bibi a sus compañeras.
Entonces ellas se negaron a beber del mismo recipiente en el que tomaba Bibi, diciendo que estaba contaminado porque ella es cristiana. Luego fue golpeada y encerrada en una habitación, hasta ser arrestada.
«Desde que Asia fue condenada a muerte en noviembre de 2010 por beber un vaso de agua, mi familia ha vivido en constante temor y bajo amenazas de muerte», escribió Ashiq Masih en una carta dirigida al presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain, en marzo de este año.
El caso de Bibi atrajo la atención internacional después de que dos políticos de alto perfil, el entonces gobernador de Punjab, Salman Taseer y el ministro de las minorías Shahbaz Bhatti, fueron asesinados en 2011 tras pedir reformas a la ley sobre la blasfemia. Ellos describieron el juicio de Bibi como «defectuoso».
Tanto Bhatti y Taseer se oponían a la sentencia de muerte de Bibi, y cada uno fue asesinado con dos meses de diferencia.
La blasfemia es un tema altamente sensible en Pakistán, donde el 97% de la población es musulmana y donde frecuentemente afirmaciones no ratificadas llevan regularmente a una violencia colectiva.
La ley paquistaní sobre la blasfemia, acusada por los liberales de ser instrumentalizada para solucionar los conflictos personales pero defendida por los islamistas, prevé la pena de muerte para quienes denigren a Mahoma.
«Bajo la ley actual, los abusos son enormes contra las minorías religiosas en Pakistán», indica Allen.
Allen pide oración por los cristianos pakistaníes, incluyendo a Bibi.
«Ore por los cristianos de Pakistán para que permanezcan firmes, para que puedan experimentar la protección y la provisión de Dios».
*** Más de 150.000 cristianos de todo el mundo han firmado una petición que exige justicia para las personas que sufren persecución por su fe, incluyendo a Bibi. Si desea apoyar este esfuerzo, ingrese a http://www.callformercy.com/***